Seguidores

sábado, 1 de febrero de 2020

la cama


Levantarme de la cama no había sido tan difícil hasta aquellos días en los que dormía a tu lado, tenía que huir en medio de la mañana para ir a la escuela, para escapar del sueño de la noche, para no clavarme en tu presente misterioso. 

Aún es difícil hacerlo, irme de tu lado con el pesar de si será la última vez que pueda hacerlo, con la ansiedad de los recuerdos que se clavaron en tu cama individual.

A veces no cabíamos, a veces dormíamos tan de cerca que el tamaño parecía inmenso, a veces incluso dormíamos en el suelo, y yo podría dormir en el suelo toda la vida para poder meter mi mano bajo tu playera y rozar los vellos de tu pecho. 

Quisiera dormir con la esperanza de que tu estarás ahí, siempre, con tus ojos pequeños, tus poros mancillados por la barba y los caireles que se asoman en tu frente, pero cada vez es más difícil creerlo, cada vez es más difícil hacerlo.

A la mañana se avecina un gesto de felicidad, como si fuera el inicio de la esperanza, pero con el paso de las horas, solo dudas, solo miedos, solo la ansiedad de mi presente diluido. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario