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lunes, 24 de mayo de 2021

OTRA ERA

Hay algo en tu belleza con esos modos que llevas, que nunca había visto ¿A caso no eres de acá?

La música que suena en la bocina es un canto al recuerdo imprudente, a las luces y el humo que se asomaban en la habitación. Refresco, tequila y tus besos húmedos. No busco el fin, no espero el fin. 

En el umbral de la puerta, yo, observando en la penumbra a las sombras pasar. Los cuerpos danzan y recuerdo todo como parte de otra era. Otra dimensión. 

Viene a mi mente de repente, los nombres y las caras. Nada era parte de mi, nada parecía serlo. Nada era para mi. Es algo de otra era, sacado de otra era. 

Pienso en mi como soy, pienso lejos de ti. Ya no más, hoy no más. Por ahora no más. 

Llévame a otra era. 




miércoles, 5 de mayo de 2021

TODAVÍA ME PARECE RARO

Todavía me parece raro buscarte. Sentir que te has ido, pienso. 

Buscarte en los momentos, en los mensajes a media mañana donde nos deseábamos un buen día. Cuando compartíamos un café a kilómetros de distancia, el sufrimiento por la carga de trabajo del día. 

Te busco en las letras que con fervor escribía para ti, como este texto chueco que redacto a las 2 de la mañana. En las fotos de nuestras comidas del día. ¿Que será mañana? Quesadillas, picadas o tal vez  pozole. 

Busco tu voz encapsulada en audios donde me contabas sobre Judith, sobre Imelda o sobre tus amigos del pueblo. De las veces que imitabas a un pollito haciendo ruidos con tus labios. 

Todavía me parece raro que no estés, aunque hayas estado poco. Todavía me parece raro extrañarte a la hora de la comida, o durante la siesta. Buscarte en medio de las sábanas blancas y en la playera que olvidaste aún con olor a bloqueador solar de aquel día en la playa. 

Todavía me parece raro que ya no estés, aunque hayas estado poco. Todavía me parece raro extrañar el recuerdo breve en el que ahora te has convertido. 

lunes, 3 de mayo de 2021

sentimientos violentos

De golpe como una ola contra las escolleras, suena el trueno, sacude el temblor, se mecen las hojas de los libros de esta historia breve.

Violento el ataque de dolor, me arde el pecho, viven en mi la sal de los apegos, las emociones vueltas estas letras.

Las palabras hieren, los puños duelen. Armo un rompecabezas de ideas destructivas y construyo a la par un altar para el santo. 

Cuesta abajo, en el río azul clarito, como un niño que vino a parar a la costa. Te escupieron las olas a mi pecho. 

Y en la ley escrita, se asoma el recuerdo imprudente, el breve momento en el que fuimos y me alegra saber que ahora existimos. 

Sentimientos violentos, abrumante la espera, inesperada la angustia. Y es la ley tuya la que se dicta, ahora. 

Y entre la espuma me doy cuenta, que siempre es lo mismo. No, pero al final sí. 

sábado, 1 de mayo de 2021

un espiral

Un espiral de emociones se deja ver desde la periferia de mi pecho, una horda de abruptos sentimientos que a veces carecen de un estate quieto. 

Llorar, reír, mentar madres. Lamentarme por el pasado, extrañar algo que ya no existe, desear el amor como un sueño casi improbable. 

Y me oculto entre las fotos y las chelas. Bajo la ropa bella y pelucas maltrechas. Entre humo, luces y películas que me invento. 

Y todavía me cuesta creer que el presente existe, que todo pasa justo aquí. Un espiral de emociones es mi pecho, y yo creo que nunca va a parar de sentir. 

En la lengua se siente, irse de boca contra el futuro, y en mi sombra observo, el hilo del tiempo pasar.  

Habito entre estas personas, me consumen y les consumo. Un espiral de emociones. Una cornucopia de nuestros sueños. 

Maldita sea, tener mi edad es insufrible e increíble.