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lunes, 31 de enero de 2022
ROJO
viernes, 28 de enero de 2022
BLANCO
Las luces, aparecen de nuevo sobre mi, es el lienzo en el cielo. La partitura de dios, las letras del destino. Un velo cubre mis ojos, oigo voces que susurran cosas. Como un canto al dolor.
Arde mi cara, tenso mi cuerpo. Me apresuro, quiero ver lo que pasa, pero al final entiendo que todo surge en su momento.
Las luces alumbran mi rostro y poco a poco las veo. Aparecen frente a mí, como un secreto por fin revelado, como la unión de mi cuerpo y mi alma, como un tesoro por fin descubierto.
El blanco del lugar, como las paredes de donde nazco y vivo. El blanco de mi llanto y mi manto. El blanco de mi semen y mi ojos. Blanco, un blanco alucinante y puro. Es como tocar el cielo.
Me parto para unirme, me abro para cerrarme, lloro para sanarme. Grito para ser libre. Me desbordo, y al final me uno. Me uno conmigo. Me encuentro a mi mismo.
RÍO DE LAVA
miércoles, 26 de enero de 2022
VERDE
lunes, 24 de enero de 2022
PISCIS
Era 2019. Mi corazón se había roto. Terminé huyendo al trabajo de verano, lejos de todo lo que creía doloroso para mi. Ahí nos conocimos, ella y yo cruzamos miradas al instante cuando se mencionó el nombre de bar que nos encantaba.
Después de eso, todo se dio natural: las fiestas, los amigos, las risas, los recuerdos: la vez del blackout en el lugar mudo o cuando algún hombre nos hacía sentir que no eramos suficientes. Que tontos, pienso ahora. Dejar que alguien nos hiciera sentir así, cuando teníamos todo para sentirnos los mejores y más cuando salíamos a ser dueños de la noche.
Hoy me siento feliz con todos esos recuerdos, incluso aquellos en lo que acabamos perdiendo la consciencia porque estábamos algo perdidos, pero nos encontramos y ahora tenemos estos recuerdos; los bellos y los dolorosos.
Al final, somos eso: un poco agua, un poco sol, un poco luna, pero siempre emociones. En el medio de la pecera circular, y de este mar que va y viene. como el llanto, como los sueños.
lunes, 3 de enero de 2022
sentado en UNA sala
sentado en LA sala, espero con ansías el año nuevo, miro en el reflejo del pasado, lo que me ha hasta aquí. junto a mi yace la silla rota. rota de mis recuerdos, rota de mis alegrías, rota e impaciente de un futuro eterno.
sentado en MI sala, espero con ansías el porvenir, alejado de los recuerdos a medias que carecen ya de sentido, alejando de falsas ilusiones y promesas turbias que desaparecen a media noche. alejado de todo aquello que hace promesas inciertas.
sentado en TU sala, espero con ansías respuestas claras, que de tu boca emane verdades completas, nada a medias que carcoma mi angustia ni mi necedad, que no se repita la hastiante odisea de una verdad que parece que nunca va a llegar.
sentado en UNA sala, no importa de quien sea, si es la mía, la tuya o la de alguien más, sentado espero, porque ya me cansé de intentar, de buscar, de forzar. sentado en UNA sala me voy a quedar hasta que vengas o alguien venga a poner una canción o una película. sentado, solo, voy a esperar.
y si nadie llega, no importa, sentado me quedo, sentado esperando; porque prefiero esperar aquí solo que buscar algo que me se me va a negar.