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lunes, 31 de octubre de 2022

cuento de terror

Casi como una metáfora desagradable, un chiste de mal gusto, un cuento horrible. Halloween se convierte en una noche de terror para mi; el 31 de Octubre del 2020, me topé con un ex en un bar de la ciudad. 

Mientras saludaba a unos amigos, lo observé a lo lejos con una sonrisa que francamente me puso ansioso, lo vi acercarse con una sonrisa que jamás voy a olvidar. 

"Qué extraño" pensé mientras caminaba a mi encuentro, "que extraño que me sonría y venga a saludarme"

Al tenerlo a unos centímetros de cerca, el que pensé sería un saludo incómodo se convirtió en dos golpes directos a mi cara, a mi nariz. 

Casi por instinto, me di la vuelta y comencé a caminar a la salida del lugar, entre la oscuridad y las luces neón miré hacia abajo y vi sobre mis manos y mi playera el color rojo intenso de mi sangre; jamás la había visto de ese color tan vibrante. 

Al salir del lugar, comencé a caminar de prisa sobre la avenida mientras que detrás de mi lo escuchaba gritar mi nombre como un animal embravecido combinado con los gritos de mis amigos que gritaban su nombre e intentaban calmarlo. 

Llegué a un oxxo, entré de golpe con la mirada clavada en los refrigeradores del fondo, tomé una botella de agua y me dispuse a pagarla; por supuesto los cajeros no vieron nada raro en mi ¿Qué tendría de extraño un chico con sangre en la cara en plena noche de Halloween?

Salí del lugar, me lavé la cara con el agua, también bebí un poco y esperé a que mis amigos llamaran o me encontraran. 

Ahí, en plena calle oscura tuve el peor de los miedos que he tenido en mi vida, el miedo de que para él era así de fácil lastimarme y salirse con la suya. Una vez más. 

Mis amigos llegaron me llevaron a casa; ya sobre mi cama lloré con un tremendo dolor hasta que pude conciliar el sueño. 

Ya ha pasado el tiempo, y hoy tengo menos miedo.

Me gusta creer que a pesar de todo, se hizo de día después de la oscuridad. Que sufrí, pero salí de pie, a pesar de que dolió horrible no mi nariz, sino mi pecho aquella tenebrosa noche. 

miércoles, 12 de octubre de 2022

en mi bolsillo

te propongo cocinar tu comida, esperarte en la casa con una sonrisa perpleja, buscar en la tienda tus dulces favoritos y arropar la idea de ti que vive en mi bolsillo.

he caminado más calles de las que debería, buscando entre callejones los pedazos de recuerdos que no son para ti, bajo el sol, bajo la lluvia, pero ya sólo quiero llegar a la casa a esconderme, a escondernos. 

quiero dejar de lado muchas cosas, pero a ti te llevo en mi bolsillo. 

en mis audífonos y en mis silencios me distraigo de los malos tiempos, te propongo algunas cosas, no las grandes pero sí aquellas que ofrecen paz y cariño. 

me he asomado al abismo un par de veces, edifico fogatas al lado de aquel precipicio, pero ya no quiero quedarme al borde, me muero por brincar y dejar de lado muchas cosas. 

pero es hora de darme cuenta de lo que eres, y tener que vivir de aquellos anhelos, que se quedaran ahí, en mi bolsillo. 


lunes, 10 de octubre de 2022

hiedra venenosa

Soy malo, tan malo como el veneno, con hiedra en la sangre que se esparce por doquier, se hace larga y enraiza en las paredes de mi ser. 

En las cavidades de mi alma hay espacio para el bien y para el mal, para ofrecer un abrazo o una venganza inmaculada. 

Que la sinfonía de mi voz sirve para elaborar imágenes sin sentido, palabras mordaces y un sinfín de abruptos golpes de odio. 

Porque defiendo quién soy y arribo con inteligencia la maldad que se forma en mí. 

Yo creí que sí, que podía ser bueno, pero me doy cuenta que soy más que eso; este perfil grisáceo, blanco a ratos, negro a ratos que se aferra a la idea de la moral.

¿Moral? No se qué significa, pero supongo que existe la posibilidad de no ir al infierno, a pesar de que sea malvado por ratos. 

A pesar de que exista una hiedra venenosa que se enraiza en mi pecho, y poco a poco aprieta mi cuello.