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domingo, 30 de diciembre de 2018

Me olvidé por un momento

No he cambiado del todo, por dentro soy el mismo. El mismo que teme, que ríe, que anhela, que se equivoca. 

Se fueron los días, pasaron a distinto tiempo, unos lento, otros más rápido, pero todos dejando ideas y recuerdos clavados a mi cuerpo. 

Y lo aprendido se pega a mi, me permite volver a cambiar la mirada. Volteo, y observo una vez más el panorama, se va.

Sólo quedan más que las experiencias vividas, mejor haberlas sentido a no haberlas vivido. 

Y al final siempre vuelvo a las mismas cosas, a los mismos lugares, a los mismos recuerdos que habitan en espacios recónditos de mi memoria, a la misma ansiedad lenta y renuente, a la preocupación eterna, al recuerdo de la melancolía, a mi pasión por las emociones, mis sueños visuales, mis dedos marcados, letras complejas que le dan forma a los textos. 

Me he vuelto a transformar, vuelvo a cambiar de piel. 

Me aferro a mi piel morena, la tinta casi termina de irse, y vuelvo a las letras y vuelvo a las imágenes y vuelvo a todo aquello que se había olvidado. 

Me olvidé por un momento, no he cambiado del todo, por dentro soy el mismo. 


jueves, 20 de diciembre de 2018

Levedad (05)

Sus voces resuenan entre cuatro paredes, sólo pueden escuchar eso, sus voces, no se ven. Se siente gris, leve, sin peso, más bien se siente negro, se siente negro y oscuro, más bien invisible, perdido entre la oscuridad de las cuatro paredes. 

La voz le dice que no pesa, que es aire, que es solo una vaga idea, una mala idea, que no existe realmente.

-Entras a un cuarto y no pesas, no existes y das asco. 

Se esfuma entre el aire en medio de la oscuridad. 

 



La lástima (04)

Le pica el cuello, se quiere ir. La silla es incómoda, están expuestos al aire frío, ante las miradas de quienes transitan sobre la calle. Nunca se había sentido tan incómodo de que lo viesen con alguien más en público. Nunca había sentido tantas ganas de volver a su casa y no ver más a alguien.

La conversación es torpe y sin sentido, su mente le grita "sal de ahí" y no encuentra excusa para poder marcharse, nunca había sentido lástima por alguien, lástima, piensa, que sentimiento tan terrible, pero es lo que siente.


viernes, 14 de diciembre de 2018

El cuarto gris (03)

Frío y denso es el aire en la habitación, sonidos cubren la noche, la gran ciudad es testigo.

Su corazón se rompe por primera vez, esperanzado, anhelando estupideces es como se quiebra, pero no importa, no le duele tanto, sabe que al otro día habra más calles por descubrir, lugares que visitar, extraños que conocer.


Palabras sabor tequila (02)

Sin decir agua va las lágrimas salieron de sus ojos, su rostro se completamente húmedo contempla una sombra perdida entre ramas de un árbol y la luz de luna. Alivio en su pecho, alcohol en su aliento, moscos en viento. 

Ha expuesto sus sentimientos, se ha mostrado débil, se siente triunfante aunque la derrota se sienta en el aire y en su pies descalzos sobre el césped mojado, pero eso no importa, él ganó.


La cosa (01)

A los 16 el amor es intenso, se desborda por doquier, se esparce sin medida, sin temor al dolor, con ignorancia.

La cosa es simple, un momento suspendido en el tiempo, al parecer sin tanta importancia pero atesorado ante los ojos de quiénes lo ven, de quienes lo viven. 

Un cosa que fue pretexto para que un par de manos se estrujaran húmedas, nerviosas e inexpertas, sin saber el por qué o el cómo, sólo sintiéndose parte de algo que no se había sentido jamás. 

Olvidado en el tiempo, es un recuerdo recuperado, un pasaje al que se vuelve constantemente como un parte del que fue un corazón noble e indefenso, de un corazón joven y completo.




lunes, 3 de diciembre de 2018

Eres yo

Lastimado por la inexperiencia de la vida, confundido ante lo que te sucede, ansioso por el dolor que se hace paso en tu corazón.

Eres esencia pura de la ignorancia, el amable abrazo sin rencor, la esperanza de un amor que llegará de la nada a hacerte zucumbir de emoción.

Al tratar de arreglarme, me perdí.

Lloro en los recuerdos, me arde el cuerpo y sufro bajo la regadera, eres yo, pero ya pasará el tiempo, y serás otro, serás yo. 


miércoles, 7 de noviembre de 2018

24

Veinticuatro horas tiene un día. Veinticuatro es el número de este año. 

Veinticuatro años han pasado y no ha habido un momento que recuerde en el que no me haya sentido perdido, agobiado.

De repente y como cada año, sucumbí ante las lágrimas, casi como una tradición, como un rito que se hace presente. No hay vez en la que no haya llorado al menos una vez durante el día. A veces lágrimas de borracho, a veces lágrimas de tristeza, a veces lágrimas de miedo y otras tantas de agonía. 

Me siento ansioso como cada año, me siento triste como cada año, y no importa cuando haya pasado el tiempo, me siento aún como un niño aterrado. 

La pelota que arrojé cuando jugaba en el parque, aún no ha tocado el suelo. 

Aún soy el niño que llora en las fiestas, el de las borracheras, el de la indecisión, de la inmadurez a flote. Si quieres conocerme, veme así, berreando por cosas que a nadie le interesan.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Halloween


La noche se torna helada cuando no estás conmigo, pero en medio del frío me encuentro conmigo de nuevo. 

Programas de cocina, películas de terror y comida chatarra son un fantasma del ayer, de los recuerdos de una etapa que se ha quedado atrás, y que a veces recuerdo y anhelo. 

No existíamos, por momentos ya no existimos, a veces es sólo un espectro, una sombra, una máscara blanca. 

La noche del terror se ha hecho presente y los fantasmas no espanta tanto como lo imaginaba, tal vez sólo hacía falta estar listo. 



jueves, 25 de octubre de 2018

25/10/17

Tengo a la nada sobre mí, soy un masa uniforme apestándose entre las sabanas, sobre la cama, comiendo y evacuando sin otro motivo mas que no dejarme morir.

Me alejo de todo, de la gente que creía importante, de mi celular, de mi dinero, de todo. Me encuentro abstraído entre cuatro paredes sin ningún anhelo en mi mente.

Soy ruido entre cuatro paredes, un alma ligera que quisiera deshacerse en el aire de la atmósfera.

Apesto a estupidez y a corazón roto, mis pies huelen a porquería y mis padres solo entran al cuarto deseando no encontrarme ahí.

Esta cama está por absorberme, y anhelo que se lleve todo de mí.

2015

Son casi las 2:00 a.m., llevo un buen rato recostado en la cama. Mi laptop está encendida, mi celular a mi lado y solo hago scrolling de Facebook, un par de amigos me envían mensajes. Hoy decidí no salir. 

El aire acondicionado está encendido, por eso me cubro con una sábana gruesa y contemplo por momentos el techo blanco del cuarto. 

De repente peso unos kilos menos y pienso en todo aquello que me hacía feliz o triste en aquellos días, tan solo pasar la música de mi playlista me hace recordar.

No existimos en el ayer, tan sólo existíamos por momentos. 

Estoy en 2015, no cabe duda. 

Sálvame


Y por un momento me olvido de mi situación, de aquellas cosas que me causan pesar. Me doy el lujo de idear nuevas posibilidades, de inventar historias en mi cabeza, como si todo volviera a un punto de partida nuevo y desconocido. 

Pienso en la inmensidad de las dimensiones del universo, en los caminos que podría trazar y en las decisiones estúpidas o no que podría cometer, me abrazo por un momento a la incertidumbre y a un mar de posibilidades incoherentes.

Pero después de ese momento congelado en el tiempo, aquel momento en que creí que podrías salvarme, vuelvo a mi realidad, estúpida, vacía y hartante, donde la frustración me consume día con día y anhelo desesperadamente ayuda. 

En que momento creí que podrías librarme, en qué momento puse esperanzas sobre un agujero negro, en qué momento idealicé soluciones sencillas y veloces.

No existe nadie más que yo, no existe quien venga a salvarme, no existe quién para decirle sálvame. 






miércoles, 24 de octubre de 2018

EL CENTRO DEL PLANETA


Pero es que nunca fui objeto de deseo de nadie, ni siquiera en mis mayores esperanzas habitó una historia donde mi piel era excitante, donde unos ojos me miraron con tanta lujuria que quisieron arrancarme la ropa hasta morder cada una de las partes de mi cuerpo. No existe ese yo.

Soy un muchacho de 13 años, ese es el reflejo en mi espejo, la inseguridad se pega a mis huesos como la carne, y dibujo miles de futuros imposibles donde yo soy un fracaso y la desdicha llega a mi vida.

No he cambiado nada, aún me escondo entre las sombras y hago chistes para evitar silencios incómodos, chistes donde sólo se ríen de mí, y voces en mi cabeza gritan que soy un idiota, que nadie me toma enserio.

Y se me olvida que puedo ser el centro del planeta, tal vez sólo haga falta intentarlo.

martes, 23 de octubre de 2018

Sólo existo yo, no existe el otro


Ráfagas de aire llegan a la ciudad donde el sol es eterno, el aire frío se cuela rápidamente en mi interior, y provoca sensaciones que aparecen únicamente en esta época del año.

De repente, surge mi verdadero ser, como si me cuerpo volviera a la acción, como si mis dormidas emociones despertarán de golpe con la llegada de aires fríos.

No hay otro yo, sólo existe este, este yo que se pone en pausa y resurge cada Otoño y que vuelve a descansar cuando el Invierno se acaba. Este soy yo, no existe él otro.

Hay algo en el aire que me vuelve más denso, hay algo en mi alma que se vuelve más sensible y algo en mi corazón que se vuelve ardiente y capaz de originar nuevas sensaciones.

Un hilo fantasma corroe a lo largo de mi cuerpo, lágrimas brotan sin razón por las noches, mis dedos se vuelven violentos y originan textos a deshoras de la noche.

Y de repente las cosas parecen tener significados que antes no tenían, los ojos de los demás parecen iluminarse para que yo pueda ver lo que hay detrás de ellos.

Y me olvido de lo que soy, de lo que fui, de lo que hago y pienso en este yo que viene sólo de visita, que llega rápido, me deja deshecho y se va sin decir nada.

Sólo existo yo, no existe el otro.

viernes, 19 de octubre de 2018

Parguetes

Había tanta ingenuidad en sus ojos que solo de verlos me daba envidia.

Corrían felices sin la pena de ser juzgados o sin la preocupación de la tristeza. Sólo con algo en mente, cual sería el bocadillo de la tarde. 

miércoles, 17 de octubre de 2018

INVIERNO

Camino por tu calles, mi sombra se refleja sobre tus paredes, sobre el asfalto ardiente. 
40 grados, siempre el termómetro marca 40 grados. No importa la estación que sea. 

Vivo en la tierra de fuego, tu calor arde todo el tiempo.

El Invierno no es lo que parece cuando estoy en ti.

martes, 16 de octubre de 2018

UN ERROR ORTOGRÁFICO

Soy un error,
soy un error andante.
Soy cuatro letras, no hay acento.
Mi nombre está mal escrito,
estoy mal escrito.

Vine al mundo sin ser pujado,
sin esfuerzo,
traído a la fuerza.

Mis dientes están chuecos,
al igual que mis rodillas al caminar.

Soy un error de tinta en papel,
como el error de la tinta en mi piel.

Arrastro la lengua,
las palabras salen de mi boca,
mal dichas,
mal pronunciadas.

Estoy mal escrito,
una historia mal redactada es lo que soy.

jueves, 19 de abril de 2018

Moscos

Un piquete, creo que fue en mi tobillo. Los moscos dejan un dolor extraño cuando hieren. 

Otro piquete, en el brazo, se siente raro cuando te olvidan. Mi cuello, otro piquete, pienso mientras me rasco y trato de ignorar tu desprecio. 

La espalda, es otro ardor, como el de tu indiferencia. 


Hay muchos moscos en el cuarto. 

jueves, 22 de marzo de 2018

Noche 2

Noche. Es un estado mental, una actitud poética, una sensación visceral, una melancolía eterna. 

Es el momento cuando las lagrimas me hicieron sucumbir, cuando vislumbré un nuevo reto, cuando temí los peores miedos, cuando conocí mi verdadero ser. 

La penumbra, la luna, el silencio. Son una oda a la desilusión, son el acompañante de un poeta frustrado, son el enemigo del amante perdido. 

Así es como termino humillado una vez. Derramando lagrimas sobre mi almohada con unas melodías simples de fondo. No hay más, ese soy yo. El Niño que llora. El de las borracheras tristes, el de la indecisión continúa, de la inmadurez a flote. 

Si quieres conocerme, veme así. Desgarrado, berreando por cosas que al parecer no tienen sentido para nadie.

jueves, 22 de febrero de 2018

LA NUBE

Me dijo "Hola, deseas configurarlo con la Nube", lo medité unos segundos, era una decisión difícil, no sería algo nuevo, no sería iniciar otra vez. Significaba volver al pasado, rescatar el olvido, mirar de frente las imágenes, los sonidos y las letras. 
Mis dedos fueron indecisos, se deslizaron por la pantalla y oprimieron "La Nube", mi corazón se detuvo por unos segundos, comenzaba la configuración del pasado, un porcentaje en recuerdos de un yo que se quedó atrás, un yo al que tuve que mirar de frente.

Mis manos quietas sostuvieron firmemente el frío aluminio del teléfono móvil mientras recordaban lo que pensé se había perdido, yo, dentro de un estúpido teléfono, yo, estúpido, estúpido, el teléfono. 

Eso soy yo, un teléfono, 10 dígitos, un dispositivo de aluminio, una persona en gigas, vivo en la nube, mis recuerdos se almacenan en una base de datos.

Por fuera un móvil nuevo, por dentro el pasado.

Soy la melancolía, soy un móvil mojándose bajo la lluvia de recuerdos.




martes, 2 de enero de 2018

EL DINOSAURIO

El chico de los rizos desordenados había ganado mi atención, mi tiempo, mis energías. Bajo su cabello, yacía una cabeza llena de ideas explosivas, un reto constante para mi, un reflejo de mi mismo, mi mejor amigo y mi más astuto rival. 

El dinosaurio me había capturado, me había hecho pedazos y había comido mi corazón a pedazos, y lo amo.