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domingo, 26 de abril de 2020

Pisadas Sobre el Ferrocarril

Recorro los caminos del norte, donde se levanta la espesura de la hierba mala, y donde se yerguen los recuerdos.

El aire golpea suavemente sobre las mejillas y empuja las nubes grises expulsadas por el tren, dónde ha vuelto a parar el ferrocarril sobre el que camino.

Las vías polvorientas pierden el sentido después de unos kilómetros a la deriva, a veces son casi imposibles de ver, se han mezclado con la tierra y las rocas que arden por el sol.

El gusto del hierro en la lengua, sabe a medicamento. Se nos ha perdido nada, y las ruedan caminan gracias a la fuerza del carbón incandescente.

El temor al rumbo distinto, correr sobre ferrocarril, perderse en el cielo gris, buscar algo que no existe y llorar al cruzar las fronteras.

¿A donde voy? Si me he ido de donde vivo ¿qué busco? sí ya todo lo tenía, y ahora lo he perdido.

La búsqueda prometida, un sueño fruncido, la idea que me han vendido.






miércoles, 22 de abril de 2020

Atlas

Burlar al sistema bajo el cual nos regimos es una guerra continua, enfrentarse a los estigmas que se han configurado por siglos pesa depende del día. A veces duele, a veces no. 

Trazando una ruta hacia el destino implacable, observo inconsistencias en el mapa, la rosa de los vientos sopla en el aire y se mueve como una ruleta de la suerte. 

Me miro en los kilómetros que he recorrido, olvido el dolor de las piernas, y de repente arde en llamas todo lo que se ha construido. 

El deseo, los errores, mi rostro encarnado de lágrimas que no han cesado y que han quedado en la superficie de mi cara. 

Busco una respuesta no irónica, algo sencillo y no plagado de la poesía que se ha vuelto hartante, pero aún hay dejos de todo lo que nos ha envuelto. 

Aprendí de cartografía a golpes, y azotando la nariz en contra del papel polvoriento, pero hacia donde he de mirar, luego de que el mapa se ha vuelto intrascendente, y no queda más que explorar sin rumbo, por mi cuenta. 

Mi fuerza vital disminuye, el libro de las preguntas pesa. Y ya no caben más caminos en las páginas del Atlas. 


sábado, 18 de abril de 2020

19

Tenía tanta juventud y una sonrisa imposible de ignorar, corría por los cuartos impaciente y tratando de descubrirlo todo, como un roedor buscando comida en los rincones, como un colibrí sacudiendo sus alas mientras chupa la dulce miel de las flores.

Verlo me causaba una extraña irritación, una impaciencia. Deseaba rescatarle de todo, ponerle sobre la alacena, apartarlo de la maldad, protegerlo a toda costa.

Unas palabras de más, un silbido en el aire, una historia suspendida en mis recuerdos.

Te sueño a veces, te recuerdo y te llevo en lo más recóndito de mi memoria, resguardo tu ser en lo más profundo de mi, en lo más íntimo de mis recuerdos.

No olvido lo que fuiste, lo que fui, un instante de emoción, una alegría clavada en el pecho, la memoria de lo que fui me acompañará, y cuando sienta el fatídico golpe de realidad, volveré a tu recuerdo, de lo que fui.

Mis risas en el aire,
mi emoción por lo nuevo
y mis ganas de encontrar.



viernes, 10 de abril de 2020

un sueño de ti y de mi

Tu habitación lucía desconocida, como si jamás hubiera puesto un pie en ella, no la recordaba de esa forma en mis recuerdos inexistentes.

Había conocido tu ser un día cualquiera, he impactado por tu serenidad, nos corrompí. Anhelando algo mío, te corrompí.

Y vuelves, en los pedazos que fuiste, volviste para comer lo que faltaba de mi, para probar el lado más amargo y oscuro de lo nuestro.

Que en esta historia donde tú eras yo, haz llegado a ser yo, de nuevo.

Y ahora ya no eres más sólo mío, también eres de alguien más.

Sobre la cama del cuarto sueño con este sueño de ti y de mi.