Seguidores

domingo, 17 de enero de 2016

Ayer me dijo un ave...

...que volara por donde no hay ardor, que saque el aire de mis ojos, que abrace al miedo con tus sueños, que sea un guerrero de sangre para que nadie te haga daño.

Mañana inicio una nueva etapa en mi vida, y obviamente estoy melancólico. No se a que se deba pero aunque sea un sentimiento triste, hay algo dentro de ella que me encanta.

Tiempo atrás ya había intentando partir en esta travesía, y sin haber tenido mucho éxito me retiré rápidamente, pero esta vez vengo con todo y sin ganas de fracasar.

Estoy en un cuarto, en medio de la más grande ciudad de mi país, lejos de mis amigos, de mi familia, de todas las personas que amo y que me han hecho ser con el tiempo la persona que soy ahora. Es por eso que me cuesta tanto adaptarme tanto a nuevos lugares, a situaciones nuevas. No porque sea débil, sino porque me cuesta mucho pasar de una cosa a la otra.

En este momento hay algo en mí que no se entender. Y no es el mido a irme porque eso ya lo he superado. Creo que hay cosas en este punto de mi vida que no me hubiese gustado dejar a medias, pero que sin embargo las dejé.

Una nueva inquietud, un nuevo sentimiento que vino de la nada a aterrorizarme, y no sé como actuar. Fue como notar algo que siempre había estado ahí y que siempre había ignorado. Muchas cosas pasan por mi cabeza, que está un poco confusa, pero solo con un objetivo claro. Un objetivo que en este momento nadie me arrebatará.