Seguidores

lunes, 7 de noviembre de 2016

Lágrimas distintas

Después de escuchar al teléfono, me pasé el resto de la tarde deseando verlo, deseando tenerlo entre mis brazos para abrazarlo y pedirle con todas mis fuerzas que no se fuera, que no me dejara.

Cuando por fin llegué a nos encontramos, no pude verlo sin evitar ponerme a llorar como aquel niño que lloraba en el kínder, no pude verlo sin evitar ponerme a llorar como aquel puberto que lloraba hasta quedarse dormido ante un amor imposible, no pude verlo sin evitar ponerme a llorar como en aquellos días de alcoholismo adolescente.

Pero esta vez había algo diferente en mis lágrimas, algo simplemente no era igual. Me quebré como me había quebrado otras veces, pero no se era igual.


Lloré muy diferente a aquellas veces, lloré con unas lágrimas diferentes, con unas lágrimas según yo más sabido, según más experimentado. Puras mentiras que son la vida, y si de algo estoy seguro es que nada es seguro.

Y cada vez que me pregunten por ti me encargaré de hacerles saber que no eras como te pintaban, que fuiste lo mejor que me ha pasado en la vida, que fuiste la persona más amorosa y que me lleno de experiencias como nunca nadie, y que no me alcanzarán las palabras para agradecer todo lo que viví y lo que aprendí contigo.


Maldito sea este dolor que me consume, está impotencia terrible que me carcome, está tristeza que azotará mi vida por un buen rato, porque soy de los que les gusta sufrir, y todo por ser entregado, por ser intenso, porque elegí una vida en la que me gusta el dolor. Y después de esta historia que somos nosotros, estoy muy convencido de que todo lo improbable, de que todo a lo que tememos y de todo aquello que pensamos es imposible es por lo qué tenemos que aposta. Ahí yacen las experiencias más bellas y completas.
Escribo esto frente a mi computadora con ganas de ponerme a llorar mientras suena amor completo de Mon Laferte. Gracias mi amor, gracias mi pequeño, hasta pronto, hasta luego. El destino se encargará de juntarnos o de llevarnos por caminos distintos.

domingo, 16 de octubre de 2016

El mundo de los 'Éramos'

Lejos de aquí, no sé exactamente en donde, existe un lugar del cual tampoco sé mucho, un lugar conocido como "El mundo de los Éramos". Un pedazo de universo donde cohabitamos sin darnos cuenta, pero no exactamente nosotros, sino unos que se han quedado atrás, que se han quedado olvidados.

Qué pasa con ese lugar donde habitamos todos sin saber lo que vendrá después, con la ignorancia de lo que vendrá en el futuro. Me pregunto si será muy diferente su mundo al nuestro, si serán más felices o más tristes, si habrá más delincuencia, si habrá menos corrupción. Si habrá más sueños rotos o mejores historias de amor.

Quizá tengan mejor cine o mejores tazas de café. Quizá tenga mejores pláticas a la luz de la luna o menos desvelos por culpa de los amores perdidos. 

De lo único que puedo estar seguro, es que en aquel mundo en el que habitan los 'Éramos' existen otras versiones de nosotros, menos expertas, menos sabidas de la vida, más ignorantes, pero quizá con mayores esperanzas.

Ojalá nunca encontremos la ubicación de aquel mundo, quizá para los 'eras' no sería bueno vernos.

Llegaríamos a su mundo con muchas respuestas a sus dudas, los aturdiríamos con certezas a preguntas que quizá ni se han formulado, sacudiríamos su inestable mundo con verdades que quizá no estén listos para escuchar. Su pedazo de universo simplemente se desplomaría. 

Es mejor no toparnos con aquel lugar donde vive quien era yo, donde vive quien eras tú, y tú. Donde habitan todos los 'eramos'.



lunes, 10 de octubre de 2016

Hechos de dolor

El paso de los años nos hace darnos cuenta de nuestra verdadera personalidad. Las experiencias a las que  nos enfrentamos nos van mostrando quienes somos en verdad, de que somos capaces y como reaccionamos ante las situaciones. 

Poco a poco me voy encontrando a mi mismo, poco a poco me veo reflejado en mis textos, que por si solos me describen sin siquiera intentarlo. Quién diría que aquellos textos que iniciaron como lamentos nocturnos forjarían lo que soy ahora.

La felicidad es un breve oasis en el desierto de la tristeza, y aunque suene lamentable, creo que vale la pena recorrer mil millas de desierto para toparnos por un momento con ella. 

Y si me atrevo a realizar esta analogía, es porque considero que realmente la felicidad se da en breves espacios, aislados uno del otro, y que debemos aprovechar el poco o minísculo tiempo que duren. 

Suena algo triste la vida vista desde este modo, pero es que la vida en si es tristeza, melancolía, desesperación y angustia del que vendrá. Y está bien, así es, y así debe ser.

Releo mis textos y noto que cada dolor me ha vuelto quien soy ahora. 

No sería el Ivan que soy ahora sino fuera por aquellos desvelo nocturno de puberto al darme cuenta que por más que se amará a alguien, era imposible hacerlo cambiar de orientación sexual. 

No sería el Ivan que soy ahora sino hubiera decidido abstenerme del que creí ser mi más grande sueño. 

No sería el Ivan que soy ahora sino hubiera escrito esos textos a deshoras de la madrugada, cubierto en dudas, miedo, llanto y dolor. Textos que si pudieran olerse o degustarse, sabrían a un Enrique , que olerían o que se sentirían como el desprecio de un Luis David. 

No sería el Ivan que soy ahora sino me hubiera hundido en un sueño que duró 6 meses y me enseñó mucho más de mí que un espejo y que me enseño mucho más del mundo que una escuela. 

No sería el Ivan que soy ahora sino me hubiera arriesgado contra todo pronóstico a husmear en el pasado para encontrarme con un amor  llamado Juan Pablo. 

No sería el Ivan que soy ahora sino me hubiese dado cuenta que las relaciones son verdaderamente difíciles, y que son un bien mal que no le desearía ni al peor de mis enemigos. 

Y así un sinfín de historias que se fueron relatando en mi vida, algunas cortas, otras largas, unas tristes, otras más felices pero dolorosas. 

Cada una queda como un tatuaje sobre mi piel, pero no como cualquier tatuaje. Ojalá quedaran como una simple nube, pero no, quedan más dentro, más profundo, tatuajes que ni una sesión de rayos láser podrá remover. 

No sería el Ivan que soy ahora sino fuera por todo ese dolor que me ha ayudado a sentir felicidad. No seríamos quienes somos ahora sino estuviésemos hechos de dolor. 


jueves, 6 de octubre de 2016

Pedazos de textos robados

Hace tiempo que estaba un poco obsesionado contigo. Con tus ideas sueltas y libres, pero mucho más con tu prosa. Por precisa. Por violenta. Muy de acuerdo en tantas de las cosas que decías, y en otras, pues no. Lo que sí es que me tenías enamorado de tu forma -tan exacta- de decirlas. Nada como ir al grano.

Odiar siempre (y mucho) los lugares comunes. Gracias por eso. No ir con el cauce del río, ni habitar en la retórica. No importa que el río parezca que corra a la izquierda, o que la retórica sirva para cultivar la utopía. Mejor nadar. Mejor remar. Mejor preguntar más y contestar menos. Mejor no envolverse en rollos. Pinche Pepe, te hubieras ido a por él, carajo. Se hubieran ido al diablo. Juntos.

Si me preguntan. Y espero me pregunten. Por conciso y hondo. Fuiste incorrupta congruencia. Qué desfachatez. 

lunes, 3 de octubre de 2016

¿De qué va?

De qué va la vida en realidad, ¿de hacer cosas o de planearlas? ¿pensar es una habilidad o quizá un defecto? 

De que va la vida cuando uno siempre piensa todo. Los por qué, las respuestas a las cosas, a las mentiras, a los sentimientos. Cuando nos cuestionamos todo lo que vemos, oímos o sentimos. Cuando tratamos de encontrar desesperadamente respuestas a preguntas que quizá no existen. 

Pienso y pienso, me cuestiono. Por eso quizá soy tan indeciso, por eso quizá me es tan difícil dejar las cosas atrás.  
                       
¿Quién dijo que en la vida vas a amar a alguien a la vez? Cuando a veces se ama a varios, a desmedida, a destiempo, de distintas formas, con lejanía, con cercanía. Se ama con dolor, se ama con rabia, con locura, con tristeza, incluso con odio o con asco. Se ama a destiempo, se llega tarde y se llega temprano. Se ama cuando a veces ni uno mismo lo hace. Se ama contra todo pronóstico, se ama con miedo, en silencio, en la oscuridad. Se ama en la miseria, se ama en pedazos.                        

Quisiera que no existiera el lenguaje para no tener que inventarle palabras a sensaciones que no existen. 
                        
¿Quién dijo que había que vivir en parejas? Cuando a veces basta con tenerse a uno mismo con sus ideales. ¿Y en verdad se ama a los demás? ¿O solo se ama la forma en la que contribuyen a  lograr los ideales propios? ¿De qué sirven los ideales para una vida que tiene un mismo fin para todos?     
                 
¿Es mejor irse o quedarse? ¿Es tan malo solo ver llover? ¿Qué hay de malo con lo seguro? ¿Con querer una vida sin tantos riesgos? ¿Y también qué hay de malo con querer hacer de todo, de destrozarse a uno mismo?   
                      
¿Hay lógica? ¿Hay algún manual?                         

¿Qué hay del tiempo? ¿Qué hay del amor? ¿Qué hay de los pensamientos?                         

Habrá que quebrarse en pedazos para saber que hay dentro de nosotros. Habrá que quebrar en pedazos a alguien más para saber que hay dentro de ellos. Habrá que quebrarnos la cabeza, el alma y el corazón tantas veces sea necesario para tratar de encontrar respuestas a preguntas que no tienen lógica. Ni sentido. A preguntas que ni siquiera existen. 
                     
Habrá que encontrarle lógica a un mundo que no lo tiene, a un mundo que se crea y se consume a si mismo. Tal y como nosotros. Habrá que vivir una vida por el simple hecho de vivirla. 


sábado, 10 de septiembre de 2016

3.1416

La derrota es bien conocida por todos, los mortales no aspiran a nada más que intentarlo y fracasar, tener éxito algunas veces, pero no siempre. Por algo dicen que de los errores se aprende, y es que estos aparecen en mayor cantidad, necesitamos de ellos para crecer, y para valor al éxito cuando este decida aparecer.

El amor es quizá el más complejo y difícil de los campos de batalla, muchos lo intentan, la mayoría salen heridos, otros logran el éxito, pero nadie se libra de algunas heridas, nadie logra salir ileso.

Un guerrero se había acostumbrado a perder muchas veces, ya sabía la técnica, dominaba cada uno de los pasos y asimilaba de manera eficaz cada una de las desilusiones por las que la vida lo hacía pasar. Se complicaba mucho la existencia, pensaba las cosas demás, el futuro, los por qué, le importaban demás los qué dirán de las personas y siempre se sentía juzgado. A diario se definía por como las personas lo desilusionaban.

Quizá su mayor defecto yacía en no sentirse suficiente, el sentir que no valía la pena, y que cada vez que las cosas malas acontecían en su vida, todo no era más que su culpa.

Un día comenzó a darse cuenta que no podía pensar así, no podía seguir pensando que no valía la pena.

Me hace sentir especial que todo esto este siendo real, me hace sentir muy bien el hecho de que estemos juntos, y el hecho de todo lo que he aprendido y vivido en este ínfimo pero bello tiempo que llevamos juntos.

Y sí hay algo por lo que siempre me sentiré agradecido es por el hecho de que aunque a veces yo no crea en mí, tú sí lo haces, y eso es quizá lo que más amo de ti.

Siempre había soñado cursimente estar con alguien que me quisiera tal y como soy, que amara mis defectos y esas cosas que ni yo soporto de mi, pero con frecuencia terminaba sintiéndome mal por tener esas ideas estúpidas. Y ahora todo ha cambiado, todo es incluso diferente.

Tenía que irme, tenía que beber siempre para olvidarme de ti, para saber que a pesar de todo ahí estabas, y para darme cuenta de que siempre ibas a contestar con las mismas ganas de verme que hace un año, aun con todo lo que había pasado.

Cada que tenía oportunidad me fijaba en lo que hacías, cuando ganabas algún concurso o participabas en alguna exposición, cuando subías material interesante acerca del cine o cuando subías fotos de tus ex. Preguntaba a tus conocidos por noticias sobre ti. Y pues quizá no estábamos juntos, pero al menos me sentía feliz de que hicieras cosas, de que vieras por ti y lucieras feliz. Mientras tanto yo trataba de luchar con mis propios pedos.

Y quizá debió ser así, yo necesitaba estar lejos, necesitaba aprender de mí, y crecer, crecer para estar listo para ti.




miércoles, 10 de agosto de 2016

Ganando (por primera vez) como siempre

Voy a tomarme la libertad de citarme por primera vez: "A pesar de mis constantes miedos e inseguridades, no sé como logro seguirme sorprendiendo a mí mismo, eso es bueno." 

Jamás he venido aquí a mentir o a quejarme de la vida que llevo, pues considero que en ella todo es perfecto, pero claro que he venido a recitar los pensamientos que se han cruzado en mi cabeza, aquellos sentimientos que a veces me entorpecen y que me hacen creer que soy débil, que no puedo hacer las cosas o que simplemente no valgo la pena. A fin de cuentas, termino con una sensación de alivio, pues como ya dije, no puedo quejarme de nada en mi vida. Y esta vez, vengo a escribir sobre una cosa más, algo más que se ha agregado a mi vida, algo que jamás planeé, que jamás vi venir. 

Quizá uno de mis mayores defectos, (además de la inseguridad) sea ese sentimiento de control, esa fuerza que me hace querer tener un orden de todo lo que hago, tratar de llevar todo por un camino y tratar de hacer todo bien, o como yo creo que están bien.

Esta vez simplemente decidí dejarme llevar, y hacer las cosas por el simple placer de hacerlas y creo que al final todo ha salido bien.

Todo aquello que creía saber, ha cambiado de nuevo, y creo que por el momento así será. Todo irá cambiando, seguiré aprendiendo, sigo aprendiendo de todo lo que me ha pasado, y vaya que debo agradecer a la vida, y por supuesto a las personas que me han regalado tantas experiencias que me han traído hasta donde estoy.

Parece que esta vez las cosas no salieron como mi negatividad las planeo, parece que todo se salió de control, y no puedo estar más agradecido con que así haya sido.

Ya de vuelta en Veracruz, de vuelta al último año de carrera, de vuelta a mi rumbos, de vuelta con las personas que amo, pero ahora con algo nuevo. Con ese alguien que se ha cruzado en mi vida por accidente y que sigue cambiando todo para mí.

Parece que la vida me sigue llevando por el buen camino, parece que está escrito que tengo que seguir ganando (por primera vez) como siempre. 


lunes, 18 de julio de 2016

Insuficiencia crónica

Y de repente sentí esas irremediables ganas de llorar a bordo del autobús, pero no lo iba a hacer, tenía que mirar por mi dignidad y mantenerme fuerte, como se supone que hacen los hombres valientes. Una vez más me guardé las cosas.

Y es que no me pesaba el hecho de que las cosas no fluyeran, o el hecho de que la otra persona no se interesaba en mi, me pesaba el hecho de que como siempre, yo había tenido razón. 

Una vez más las cosas habían salido como mi negatividad había planeado, una vez más el 'casi' tocaba a la puerta. 

A veces pareciera que reciclo lo que escribo, siempre hablo de como todo salió mal, de cómo las cosas salieron del modo negativo en que las preví, pero no es que recicle las notas, es solo que inevitablemente siempre terminan pasándome las mismas cosas. 

¿Duele? Sí, quizá sí, pero ni modo, gajes del oficio.

Realmente no sé que me queda esperar ahora, imagino que un lenta y cansada espera. Esperar a que poco a poco dejemos de hablar, de escribirnos, de vernos. Creo que esa es la parte más dolorosa: tener que esperar. Porque estúpidamente en este mundo nadie tiene la suficiente sensatez para cortar las cosas de tajo. 

"-Hay que ir a ver 'Buscando a Dory'. 

-Uy, ya la vi"

Se recitaba una vez más ese diálogo en mi vida. Y así con un sinfín de películas mas que terminé viendo solo, porque a otros les parecí insuficiente. 

Quizá ese sea el verdadero problema, quizá es que no parezco lo suficiente para nadie.

Por el momento tendré que conformarme con ser suficiente para mí, aunque a veces ni yo mismo lo crea. 


miércoles, 13 de julio de 2016

Antes de ir a dormir

Cuando algo ciertamente triste ocurre en mi día, siempre termino yéndome a dormir escuchándote un par de canciones melancólicas, pero hoy decidí que no sería así. 

Me propuse disfrutar de lo que estoy viviendo, enfocarme en el ahora sin pensar lo que pueda llegar o no llegar a ocurrir en el futuro. Me propuse no pensar las cosas de más, y simplemente hacerlas por el simple placer de hacerlas. Hoy decidí irme a dormir escuchando una que otra canción clásica. 

Siempre he creído que la música clásica tiene el don de hacernos sentir completos al momento de invadir nuestros oídos. Por su simple belleza y tranquilidad que algunas piezas pueden brindarnos. 

Y sin darme cuenta, me topé con una melodía que tenía mucho tiempo sin escuchar, una melodía que hace mucho tiempo me acompañó en varios momentos llenos de tristeza, en momentos de desconcierto, de agonía. Y que me reconfortó en aquellas noches de adolescente en las que las lágrimas rodaban por mis mejillas. 

No entiendo como su tranquilidad y belleza me daba el aliento para dejar salir todo ese dolor que había dentro de mí. 

Hoy, después de mucho tiempo, vuelvo a tratar de dormir escuchando esa melodía, pero con la mentalidad de que todo puede pasar. Con pensamientos llenos de tranquilidad y fortaleza. Una vez más vuelvo a creer en mí. 

Bajo la mirada, pero solo para observar a mi nube de lluvia, que siempre me recordará que la vida es simplemente hermosa y tristemente dolorosa al mismo tiempo. Y que ver llover es hermoso, pero es aún más hermoso mojarnos bajo la lluvia. 



domingo, 10 de julio de 2016

Viajes de ida y vuelta

"Nunca dejas de sorprenderme Rafy" me decía un amigo mientras le contaba las cosas que recién me habían ocurrido, y por supuesto que estoy de acuerdo con él. Es que a pesar de mis constantes miedos e inseguridades, no sé como logro seguirme sorprendiendo a mí mismo, eso es bueno.

Mi viaje de regreso a Veracruz ha servido para terminar de responder varias preguntas que rondaban mis pensamientos. No cabe duda que el tiempo que pasé fuera de aquí, me ayudó a crecer en muchos aspectos personales. Sigo cambiando y no me parece algo malo, en cambio, me parece estupendo que cada vez mi paso por este mundo se vaya haciendo más emocionante. 

Y probablemente todas estas palabras suenan muy bien al ser leidas, pero es que por alguna razón no sé porque sigo sintiéndome confundido, con miedo. A menudo me cuestiono sobre lo que ocurre, sobre lo que pensará la gente y como me verá el mundo. Me cuesta tomar decisiones, y cuando las tomo, no lo hago en las mejores condiciones. 

He vuelto al caluroso y húmedo puerto, y en este poco tiempo, he conocido más a profundidad a alguien que ha vuelto del pasado, no sé como logró viajar en el tiempo y llegar hasta el 2016. 

Luego de todo lo ocurrido hace un tiempo, creo que el contexto en el que vivimos no es el mejor, sin embargo considero que eso no es muy importante, al final de cuentas la vida nunca se desarrollará en campos de batalla fáciles.

Temo de ti, me cuestiono, desconfío de tus palabras, pero mi esencia me impide irme. Quiero estar ahí, quiero seguirte conociendo, quiero continuar viéndote por las mañanas a mi lado al despertar, quiero viajar, quiero besarte, quiero aprender, quiero sentir, quiero ser herido, quiero seguir aprendiendo, quiero volar. 

El miedo se apodera constantemente de mi, me apresiona, pero a pesar de que lo niegue, mi subconsciente me alienta a continuar, aunque a veces no se ni que estoy haciendo. Me preocupas, como me preocupa la gente que quiero. 

No sé que esperar del resto de esta historia, sólo me queda imaginar buenos momentos, y tratar de evitar creer que las cosas saldrán mal, pero bueno, uno no puede controlar su destino. El futuro decidirá.

Hasta el momento han sido buenos momentos, y de momentos se hace una vida.

"Hazlo, enamórate de nuevo, y equivócate. Hazlo sin miedo. Posiblemente te pase lo de siempre. Si te pasa lo de siempre, sécate las lágrimas, levántate y vuelve a empezar. Te juro que no pasa nada. Enamórate y equivócate las veces que sea necesario, porque te repondrás y te levantarás de nuevo las veces que hagan falta."








martes, 28 de junio de 2016

Respuestas a preguntas olvidadas

Y mi piel comienza a confundir, lo que tus caricias quieren decir. Esto no puede suceder, respeto a alguien le debo tener.

¿Qué pasa cuando el pasado vuelve? ¿Qué pasa cuando en el presente hacen aparición respuestas a preguntas que no habíamos podido resolver? ¿Qué pasa cuando la vida te da la posibilidad de conocer el "hubiera"?

Vaya que la vida me ha sorprendido una vez más, y es que ella, tan hermosa y melancólica, no deja de sorprenderme. Cada vez que creo que la situación se está poniendo monótona, algo aparece, algo se hace visible frente a mis ojos, y de repente todo cambia.

¿Qué pasa cuando la vida te obliga a tomar por fin todas aquellas decisiones que no tomaste por miedo? ¿Qué pasa cuando lo que parecía una tontería se hace real?

No quiero complicarme la vida, no quiero cuestionarme de más porque me conozco, sé como soy, y como reacciono cuando los sentimientos se involucran. No poseo la habilidad de hacer cosas sin involucrarme por completo, no lograr separar la diversión de las situaciones serias.

¿Qué debo hacer? ¿Cómo debo actuar? ¿Qué es lo siguiente que pasará?

Simplemente no lo sé, simplemente trataré de dejarme llevar, y no suponer, y no tener pensamientos positivios, pero tampoco pesimistas.

Tengo rato observándote de lejos. Voy a fugarme otra vez, no quiero herirme, no sé. Tengo miedo.




domingo, 5 de junio de 2016

Nos vemos en el próximo reto

Quiero que sepas que hay cosas en la vida que por más que te esfuerces no van a pasar, pero también hay otras que inevitablemente ocurrirán.

No trates de comprender el mundo porque jamás podrás hacerlo, no trates de ayudar a todos porque no es posible, y no intentes hacer todo bien porque en algún momento algo saldrá mal.

Déjame decirte que eres la persona que más amo en este mundo, aunque a veces no parezca. Usualmente te exijo demás, y cada día que pasa espero más de ti. Y eso es algo que no considero que esté mal, al contrario, creo que eso te motiva a seguir creciendo, y a seguir luchando por todas esas cosas que a veces te dan miedo.

Olvida el pasado, no sirve de mucho llevarlo contigo, a menos que sea para recordar de donde vienes, pero únicamente para eso. Dicen que los actos y el pasado siempre regresan de la mano, y te lo digo porque no debe ser una prioridad el que regreses a dar explicaciones de lo que alguna vez hiciste.

Yo creo que nadie tendría que ser juzgado por los errores que se cometen, y menos cuando no tienes la suficiente edad o se es demasiado inexperto en algo que no entiendes, ese algo se llama vida. 

Has caído muchísimas veces, te han desilusionado a más no poder y hay quienes no han creído en ti, pero has sido fuerte y has salido adelante incluso cuando creías que no podías hacerlo. Cada vez me sorprende más la fuerza con la que te recuperas de todo lo que te pasa.

Deja de definirte por lo que las demás personas piensan de ti o por como te decepcionan, ten en claro que en esta vida eres sólo tú y nadie más. Nadie te va a estar preguntando si eres feliz, únicamente tú. 

Sabes como se siente estar en un lugar totalmente solo, sin nadie que se preocupe por ti, y mientras más sigas creciendo, esa sensación se irá haciendo permanente.

No olvides a tus padres o a tu familia, no digo que no te amen o que no se preocupen por ti, pero al final de cuentas es inevitable tener que crecer y tener que quedarse solo. 

Espero que sigas aprendiendo cada vez más de esta vida, pero comprende que jamás podrás entenderla del todo. Espero que dejes de darle importancia a cosas que no valen la pena, a personas y a situaciones. Sigue sorprendiéndome más. 

Nos vemos en el próximo reto.


Para Ivan Cruz




viernes, 20 de mayo de 2016

Esto también pasará

Veo como los días pasan rápidamente, y como poco a poco se me acaba el tiempo aquí. Al principio parecía mucho tiempo, parecía que las cosas durarían para siempre, pero cada día me voy dando cuenta que esto, así como todo, también pasará. 

De alguna forma, me he ido acostumbrando a todo, a valerme por mí mismo, a medirme, a acomodar mis tiempos, a hacer cosas que jamás había hecho, y a mejorar en otras en las que no era tan bueno. No dejo de agradecer por todo lo que he aprendido, y por todo lo que he logrado. 

Me fui haciendo a la idea de que esto duraría para siempre, de que los amigos que he hecho seguiría viéndolos día con día, pero debo aceptar que ya no será así, que nuestro tiempo se nos estaba acabando. 

Las cosas buenas y también las malas en algún momento pasarán, nada es para siempre, y debemos estar plenamente conscientes de ello. 

Antes de iniciar todo esto, jamás hubiera imaginado todo lo que he vivido, pero qué sin duda me ha hecho una persona enteramente feliz. 

Ahora solo queda volver, solo queda despedirse y decir hasta pronto porque aunque duela, esto también pasará. 


lunes, 16 de mayo de 2016

LAS PERSONAS

Siempre me he considerado una persona sumamente indecisa en cualquier tipo de decisión, y no lo digo por exagerado. Desde elegir que sabor de refresco tomar, hasta decisiones más complejas como aventurarme a un intercambio. Tardé un poco en escoger, pero creo que es obvia cual fue mi elección, y a este punto, debo decir que no me arrepiento absolutamente de nada.

Al principio tenía miedo, pero creo que eso es algo natural en los seres humanos. Quería conocer muchos lugares, quería conocer personas. Quería que las personas oyeran cosas de mí que jamás habían escuchado, y que vieran cosas de mí que jamás habían visto, pero para que esto ocurriera tenía que haber cierto sufrimiento. Cambiar duele.

La Ciudad de México me encanta, por esa razón la elegí. Creo que está llena de lugares hermosos por descubrir, llena de oportunidades, y llena de aventuras que esperan por nosotros a la vuelta de cada esquina, pero creo que los lugares en sí no son los que nos llenan de felicidad y de experiencias, más bien son las personas que se cruzan en nuestra vida quienes lo hacen.

Recuerdo cuando era solo una personita entre la multicultural multitud, en ese entonces, la aventura apenas comenzaba, y sin darme cuenta, el tiempo ha pasado velozmente.

Sin importar que tantos días han pasado, sigo descubriendo cosas todos los días. Sigo aprendiendo sobre el mundo, sobre el bien, sobre el mal, sobre el modo de ver la vida de otras personas, y por supuesto, sigo aprendiendo de mi. Me he dado cuenta de lo mucho que he crecido, lo mucho que he aprendido y como he cambiado gracias a todas las experiencias que he tenido.

Jamás había estando tanto tiempo lejos de mi casa, y mucho menos viviendo solo. Tuve que aprender a administrar mi dinero, pensar muy bien en que gastarlo. Tuve que aprender a vivir con alguien con hábitos distintos a los míos, a lidiar con un roomie muy a diferente a mí.  Y por supuesto, tuve que aprender a lidiar con esos sentimientos que nos hacen extrañar nuestra casa con todas nuestras fuerzas.

Durante toda mi estadía me he sentido ciertamente melancólico, pero no considero que esto sea malo, pues creo que así es la vida, llena de felicidad pero también con cierta tristeza que es buena y saludable para todos. Por un lado disfrutado mucho los días aquí, conociendo personas, saliendo de fiesta, estudiando, etc. Pero siempre recordando el lugar de donde vengo.

Pienso, imagino, talvez, quizá, me doy cuenta. Uso mucho esas palabras, y es que sigo aprendiendo de esta vida, y todo aquello que juzgue, vea, aprenda o escuche no es un veredicto final. Mi forma de pensar y de ver el mundo irá cambiando con el tiempo.

Hoy por hoy no puedo quejarme por absolutamente nada, la vida me está regalando más momentos, enseñanzas y hermosas personas que me están cambiando para el resto de mis días.

He hecho y deshecho, he llorado, he reído, me he emborrachado, he viajado, me he desvelado estudiando y no puedo quejarme de nada en lo absoluto.

Soy un náufrago que anda explorando en una isla ajena a su pequeño puerto, pero  no estoy perdido, no me fui. Sólo me alejé para poder ver mejor.

Pero esta etapa aun no acaba, aun faltas cosas por aprender, cosas por descubrir. Y como siempre digo, hay que seguir intentando rifar en esta vida. 

En este tiempo, conocí muchas Personas de otras ciudades de mi país, personas de otras nacionalidades. Al principio parecía que no teníamos mucho en común, pero poco a poco fuimos haciéndonos amigos, fuimos compartiendo experiencias, risas, tristezas, cientos de momentos que quedarán para siempre en nuestras memorias.  Y más que amigos, los considero compañeros, compañeros en esta aventura, compañeros en esta travesía, compañeros en este pedacito de tiempo de nuestras vidas que nos hemos regalado.
Finalmente me doy cuenta de una cosa. Al final uno no extraña los lugares, sino a las personas que conoció allí y a los momentos que éstas le regalaron.

martes, 19 de abril de 2016

Periodo azul

Así fue como una vez más tuve la razón, y no, no me causa ninguna felicidad haberla tenido. No me causa ninguna alegría en lo absoluto haberme dado cuenta que siempre terminan pasándome las mismas cosas. 

No entiendo como es que una vez mi negatividad volvió a ganar o quizá solo fue el destino que ya me tenía esto planeado, sea lo que sea, heme aquí, sentado frente a la computadora escribiendo palabras que a nadie le importan. Escribiendo ideas al azar que se encaminan hacia un mismo sentimiento de fracaso y de decepción hacia mi persona. 

Creo que en todo este tiempo, jamás había extrañado tanto mi casa. Sentí la inmensa la necesidad de encerrarme en mi cuarto y ponerme a llorar, dejar salir todo ese dolor y tristeza inevitable, pero no pude, no pude hacerlo. Me encontraba a muchos kilómetros como para poder hacerlo. Me sentí limitado, me sentí oprimido. Pude sentir esa terrible sensación de impotencia ante la necesidad de dejar salir un sentimiento amargo. 

No me quedó de otra más que quedarme en silencio y recostarme en este colchón que me ha acompañado por los últimos meses, pero que sin duda no se compara en nada al colchón que otras veces me vió llorar en mi casa. 

Tuve que reproducir una vez más mi playlist "Autodestrucción", esa playlist que tanto me ha costado y de la que tanto me siento orgulloso. Orgulloso desde el punto de vista deprimente. Que sería de mí sin esas canciones que me hacen sentir tan triste que hacen que me sienta bien, que me sienta completo. 

Estos últimos días ha llovido de manera extraña, se los dije, la lluvia y yo tenemos una extraña relación, pero debo decir que esto me ha reconfortado. 

No hay de otra, esto me tocó otra vez y hay que volver al inicio del camino. De nuevo a la incertidumbre, de nuevo a lo desconocido, pero bueno, creo que siempre me he encontrado en lo desconocido. 

Sólo me queda pensar que de nuevo me toca olvidar, de nuevo me toca pasar las madrugadas lamentándome mientras trato de evitarlo, tratando de encontrar otra cosa más banal a la cual poner mi atención.

El periodo azul ha comenzado, dejemos que la lluvia caiga, las melodías suenen, y los recuerdos se asomen en mi cabeza. Ya no queda nada más que decir, ya no queda más que comentar. Otra vez toca olvidar. 



sábado, 16 de abril de 2016

Elevador

No sé por qué continuo empeñándome en perder el tiempo en situaciones que solo me lastiman y me terminan dejando peor a como estaba. Pareciera que no entiendo, pareciera que me gusta jugar con fuego o que me gusta terminar destrozado a lo tonto. 

Hay tantas cosas que podría hacer con todo ese tiempo, que sin darme cuenta voy desperdiciando. Lo voy desperdiciando en sentimientos tontos, esperanzas pendejas y personas sin voluntad definida.

Ya no sé si soy yo él que está mal o si son ellos los que no saben que quieren de esta vida. Sea lo que sea, los sentimientos salen a flote, y siempre me termina siendo imposible salir ileso. 

Cuántas veces tendrá que pasarme para que por fin lo entienda, para que por fin comprenda que ciertas cosas no son para mí, para que asimile que quizá por el momento deba seguir la senda que he caminado por los últimos 21 años.

No es que sienta soledad, no es que me atemorice la sensación de abandono. Sólo creo que aveces uno necesita hablar de las cosas, compartir como se siente y vivir nuevas experiencias con las personas. Pero parece que a nadie le interesa eso ya. 

Debo admitir que he crecido un poco en el aspecto de la inseguridad, pero no lo considero ningún éxito. No veo ningún fruto rendido por todo lo que he avanzado. Y sí, entiendo que no debemos sentir que la vida nos debe algo, porque no es así. Sólo creo que últimamente me está resultando hartante esta eterna espera. Está eterna espera por una fortuna que quizá nunca llegue. Esta eterna espera por algo que quizá ni yo sepa describir. 

Por el momento seguiré actuando como siempre lo he hecho, seguiré siendo quien soy sin temor a que a las personas no les agrade. Al fin de cuentas soy yo por quien debo preocuparme.

Continuaré a la espera, continuaré a la expectativa de que por fin se abran las puertas, de que por fin esté elevador eterno que solo sube y baja por fin se detenga, sólo espero no cansarme de esa melodía simple y repetitiva que resuena en mis oídos. 


viernes, 15 de abril de 2016

Casi

Es bueno estar constantemente alerta para reaccionar a cualquier ataque que la vida deje caer sobre nosotros. Cada reto que se nos presente o cada prueba que haga aparición. 

Si ganamos, podremos sentirnos satisfechos y orgullosos de nosotros mismos por una prueba más cumplida, y si fracasamos, al menos lo habremos intentando, pero ábrelos obtenido una nueva experiencia que nos habrá llenado de aprendizaje y voluntad para futuros retos. 

Pero, qué pasa cuando uno fracasa la mayoría de las veces, qué pasa cuando uno siempre se queda a "casi" de lograrlo. 

Existe un sentimiento de frustración, de hartazgo que nos hace desear no intentarlo de nuevo. 

¿Si ya perdiste, para qué intentarlo? 

Es algo cobarde y hasta cierto punto irónico que yo escriba estas palabras, por el simple hecho de que siempre escribo sobre la fuerza de voluntad y sobre las razones por las que uno debe esforzarse día con día. Pero hoy, hoy me siento de este modo. Acabado. Sin ganas de esforzarme. Sin ganas de intentarlo. 

A lo largo de mi vida, he obtenido muchos "casi". Casi lo logras, casi sacas 10, casi ganas, casi andan, casi, casi, casi. ¡Estoy harto! 

Realmente no sé hasta qué punto uno debe de dejar de aprender de los errores para empezar a ver frutos del dolor, y lo sé. Sueno cobarde e irónico de nuevo, pero simplemente esos son los pensamientos que revolotean hoy en mi cabeza. Ya veremos que pasa después, ya veremos que me depara mañana. 


sábado, 9 de abril de 2016

Lluvia

Llueve allá afuera, sobre la ciudad. Sobre esta apresurada, gris y poblada ciudad. Afortunadamente estaba dentro cuando comenzó a llover, cuando de repente se fue la luz. 

Las luces se apagaron, el internet dejó de funcionar, y por unos momentos me puse a reflexionar en ese breve y silencioso lapso. 

Qué hermosa es la lluvia, siempre he creído, y siempre he apostado por este estado del clima. Puedo decir que me encanta desde el modo en que la veas. Es poética, maravillosa, reflexiva, pacífica, triste y simplemente hermosa.

La lluvia y yo tenemos una conexión muy especial, hay algo que me pasa con ella que siempre me deja un sabor de melancolía... y eso me encanta. 

Siempre he comparado a la lluvia con la vida. Son muy parecidas. Simplemente hermosas, llenas de reflexión. Tan preciosas a la vista, pero con una sensación de tristeza y completa melancolía. Creo que así es la vida, o así es como la veo yo. 

Es imposible no amar ver la lluvia, pero al mismo tiempo es imposible sentirse levemente triste al observarla. Así funciona. 

Como les decía, la lluvia y yo tenemos una conexión especial. Ha estado en momentos importantes en mi vida. Llovía el día que mis papás hablaron por primera vez. Llovía el día en que nací. Ha llovido en la mayoría de mis cumpleaños.Ha llovido en mis primeros días de escuela, y así otro sinfín de importantes momentos que han acontecido en mi vida. 

Qué hermoso es ver llover, pero considero que es mejor la sensación al mojarse bajo la lluvia. Arriesgarse en esta vida, sentir. Sentirnos vivos, pensar, reflexionar, ser intenso y luchar, esforzarse por todo aquello que queremos y por todo aquello que nos hace sentir bien.

Hermosa lluvia, nos esperan muchos momentos más por compartir. Espero siempre nos tengamos el uno al otro, ojalá tu leve frío y tu rico olor me acompañen en más momentos de alegría, tristeza, melancolía y por supuesto de reflexión.

Qué hermoso es el sol, qué hermosos son los atardeceres, que bellas son las estrellas por la noche o la brillante luna llena. Qué hermosa es la lluvia que cae sobre la gran ciudad. 




miércoles, 30 de marzo de 2016

El mundo es un lugar injusto

Nos gusta creer que todo saldrá bien, que vivimos en un mundo justo donde las cosas fluyen de manera agradable, y a cada quien le toca lo que quiere o lo que desea. 

Pero no es así, no debe ser así. Creo firmemente en que la vida y el destino jamás nos darán lo que queremos o deseamos, sino lo que necesitamos. Que el mundo es un lugar sumamente justo si luchamos, nos esforzamos, y no nos quedamos cruzados de piernas esperando a que alguna fuerza sobrenatural nos ayude. 

Estamos donde debemos estar, con lo que tenemos que tener. Así es, así de simple. Nunca crean que la vida les debe algo porque no es así. 

Esta vez las cosas pueden ser diferentes, pueden ser mejores, con un final diferente. Y todo depende de uno mismo, de mí mismo. 

El mundo es un lugar sumamente injusto, claro que sí, si así es como quieren verlo. 


miércoles, 23 de marzo de 2016

Mantaraya

Creo en Dios porque me ha echado la mano cuando más lo necesito. Creo en mis papás porque sin ellos no sería nada de lo que soy ahora. Creo en mi familia porque sé que siempre me apoyará en todo. Creo en mis amigos porque siempre me aconsejan y me alientan. No creo en mí, no sé por qué, pero sigo sin hacerme a la idea de qué cosas buenas pueden pasarme. 

No entiendo cómo es que mi negatividad a veces me supera, como es que siento que el mundo conspira en mi contra. Por más que me esfuerzo, mi mente tiene bien fijado que todo lo malo que me pasa es por mi culpa, y por más que me esfuerzo, las cosas buenas nunca vienen a mí. 

Creo en ti, creo en nosotros, pero no creo en mí.

De nuevo siento ese cosquilleo en la zona abdominal, ay Dios, qué pesar. Como odio la sensación de completa ingenuidad y desoriento. Sin embargo creo en lo efímero que es el amor, en lo fugaces que son los sentimientos, y en lo pendejo que soy. 

No quiero creer, me da miedo luchar, temo al fracaso, lo vivo. 

Soy un pez de acuario, temeroso de mar. Una manta raya en en un estanque. Me limitaré a ver a los que me observan tras el cristal. 


miércoles, 16 de marzo de 2016

Naúfrago

Parece que sin querer, se ha hecho ya una costumbre que me acerque a escribir cada mes, y sí, por más sorprendente que parezca, ya son dos meses desde que estoy aquí, viviendo en la grandiosa Ciudad de México. 

Sigo descubriendo cosas todos los días, y sigo aprendiendo más sobre el mundo, sobre el mal, sobre el bien, y por supuesto aprendiendo sobre mí. Me he dado cuenta de lo mucho que he crecido, lo mucho que he aprendido y como he cambiado gracias a todas las experiencias que la vida me ha dado. 

El chico de 18 años que se cagó hace unos años puede sentirse muy orgulloso del Ivan que soy ahora. Siempre digo que me han pasado situaciones tristes, pero carajo, no sería quien soy ahora sino fuera por todo eso, y que más da si las experiencias gratificantes y los momentos felices han sido mayores. 

Hoy por hoy no puedo quejarme por absolutamente nada en mi vida. Mis papás me aman y me aceptan tal como soy, mi familia me ha apoyado en todo lo que les he pedido a pesar de los errores que he cometido, mis amigos siempre han estado conmigo en todo momento, desde las borracheras hasta los momentos más tristes, la universidad me ha enseñado muchísimo sobre mi carrera y también sobre mi mismo. La universidad me regaló a un nuevo grupo de amigos que no cambiaría por nada, pues tienen ideales afines a los míos y junto con La Elite también hemos crecido bastante, y justo ahora, la vida me está regalando más momentos, enseñanzas y hermosas personas que me están cambiando para el resto de mis días.

He hecho y deshecho, la he cagado, he rifado, he llorado, he reído, me he humillado, he insultado y no puedo quejarme de nada en lo absoluto por esta hermosa vida que me está regalando Jesús,  que se que es mi amigo, y por más pruebas que me ponga, se que no me fallará, aunque yo algunas veces le haya fallado a él.

Soy un náufrago que anda explorando en una isla ajena a su pequeño puerto, pero  no estoy perdido, no me fui. Sólo me alejé para poder ver mejor.


"La distancia es saber valorar un café con tu gente. Con los de siempre. O una cerveza al sol. Es plantarle cara al mundo un día, hacer las maletas e irse. Es no saber muy bien lo que haces hasta que pasan unos meses. Y cuando empiezas a ser consciente de la decisión que tomaste, seguir adelante. Porque la distancia es eso, arriesgarse. Tener valor. Jugársela sin estar seguro nunca. Tener un pie en un sitio y otro en el otro. Es muchas veces tener una lucha interior entre tus sueños y tus sentimientos"










lunes, 15 de febrero de 2016

Microdocumental

Aún recuerdo cuando apenas empezaba esta gran aventura, y me doy cuenta de lo rápido ha pasado el tiempo. 

Un mes, ya es un mes de estar viviendo la aventura, de haber conocido gente nueva, gente de todas partes, personas muy diferentes con formas diferentes de ver y vivir la vida. 

Me encanta el dramatismo y la melancolía con la que he vivido mis días, por un lado hermosamente feliz de estar aquí de tantas experiencias y gente nueva, pero también recordando mi hogar, el lugar de donde vengo. 

Desde un inicio me planteé que esta vez sería diferente, que no me dejaría caer, que no me dejaría vencer por los miedos o por situaciones que pudieran tirarme. Me dije que no me complicaría mucho por el rumbo que todo esto tomaría, ni me dejaría llevar por ese sentimiento de control que a veces me domina, simplemente me dejaría llevar, así como el viento, así como las olas, así como muchos me han dicho que es mejor la vida, dejándome llevar.

Parece poco tiempo, pero todas las experiencias han sido muy significativas para mí. Todo es nuevo. 

Y sin darme cuenta, también conocí a gente nueva de mí ciudad, desde aquí. He ido conociendo poco a poco y más a fondo la Lechuga o al pez del estanque. 

No puedo parar de sentirme bien, alegre y cómodo porque todo esté pasando justo ahora. Momentos perfectos. 

Me encantaría tomar todo en video, guardar sonidos, y llevar conmigo todo lo que he visto, pero sería muy complicado. me conformo con saber que todo eso lo llevare en mi mente y en mi corazón como un microdocumental. 

"Sentirás tanta nostalgia que te querrás morir, y no hay nada que puedas hacer al respecto, aparte de aguantarte. Pero lo harás y no te matará. Y un día el sol saldrá, quizá no lo notes de inmediato, pero será esa sensación. Y luego te darás cuenta de que estás pensando en algo más, en algo que no tiene conexión con el pasado. En algo que es solo tuyo"