Seguidores

martes, 25 de agosto de 2015

¡No me toquen!

El hecho está en que mis papás muy pocas veces me abrazan o son cariñosos conmigo, siempre ha sido así desde que era pequeño, y no porque no me amen, porque se que lo hacen tan intensamente como yo los amo a ellos, pero es que así es su modo de amar. Es por eso que tiendo a ser muy seco, e incluso rudo cuando se trata del cariño. A menudo evito los abrazos, las caricias, tomar de la mano a alguien e incluso el beso de despedida, pero es que así somos, así soy. Quiero de forma extraña, acaricio con el corazón, abrazo con el alma, y me gusta amar de esa forma, es de la única forma que se amar. Y aunque a veces la gente cree que es raro, o incluso lo ve mal, yo creo que eso es más bonito que andar dando caricias falsas o besos llenos de mentiras. 

jueves, 20 de agosto de 2015

Intentarlo otra vez

¿120 cuestiones? ¿Luis Mario? ¿Cagadez? No, esta vez no. He comenzado mi trámite de movilidad académica, y ¿a donde creen? Así es querido mundo, estoy armándola para irme al D.F. Pareciera que esta historia ya la conté, pero a pesar de que la línea argumental es la misma, la trama será totalmente diferente. Y por supuesto, con un final feliz. 
Mi intercambio a la Ciudad de México ya es casi un hecho, y no habría sido posible sin todo el esfuerce que he puesto a lo largo de estos dos años que ya llevo de carrera. Puede que al inicio todo haya sido un poco estrepitoso, y con un camino lleno de baches, vueltas en U, reversas y topes, pero esta vez será diferente. 
Después de ese triunfo, y luego aquel fracaso del 6 de agosto del 2013. Aun sigo sin arrepentirme de mis decisiones cometidas, todo lo he visto como una gran enseñanza, y todas esas experiencias son lo que me han traído a donde estoy ahora. Ivan, con 20 años, lleno de energía, listo para enfrentar cada reto. Un nuevo Ivan, uno que ya no teme a los fracasos, al que dirán, y mucho menos a la soledad. Es hora de emprender el vuelo, una vez más. Solo que esta vez, no se vale perder. 
Estoy recibiendo mi segunda oportunidad, voy con todo, voy con más porque when will you realize D.F city waits for you. Que nada me detenga del futuro irremediable que me espera, es hora de ir por todo porque se acaba el tiempo y don't rain on my parade. 
2016 tráeme grandes experiencias, no me falles. 

martes, 11 de agosto de 2015

Bajo el agua

Les aseguro que si una ola arrasara con esta ciudad, encontraríamos la forma de seguir viviendo, aun si todo quedara inundado y no hubiese superficies secas donde habitar y respirar. Les aseguro que así sería, y si lo afirmo con total seguridad y sin miedo a equivocarme, es porque considero que los humanos siempre encontramos la manera de adaptarnos a cada nueva circunstancia y situación que llega a acontecer a nuestra vida. Quizá al inicio habría dificultades, uno que otro caído, pero los más fuertes  saldrían adelante para continuar luchando.

Por más pesados que sean los cambios y por más incómodos que no sintamos. Nuestra fuerza sobrehumana nos hará continuar viviendo, y dando lo mejor de nosotros mismos. Incluso llegaremos a sentirnos tan cómodos que luego olvidaremos que alguna vez todo aquello fue una carga, un peso, un freno en nuestro existir.

Cada que inicia un nuevo semestre, es como sentir la llegada de una ola que cubre todo a su paso. Quizá exagero un poco, pero de alguna forma todo se sacudió, y es que las cosas nunca se sienten igual, evidentemente el tiempo pasó, y siempre hay algo que cambió, algo que faltó, o que sobró. Y que hace que todo sea de manera diferente. Esto no quiere decir que me sienta incomodó, o que sienta como si el agua me llegara al cuello y me sintiera asfixiado. Como dije al inicio, somos humanos y siempre nos adaptamos a cada uno de los nuevos cambios y siempre tratamos de sobresalir en aquel nuevo hábitat, que por supuesto nos impulsa con nuevos retos y situaciones en las que debemos sobresalir.

Es justo como la selección natural, como aquella teoría de Darwin, al final solo los mejores lograrán adaptarse y sobresalir.

He superado cada reto, cada trampa, cada reversa. Cada reinicio, cada puente, cada bache, cada barranco. He escalado montañas, he soportado el frío, me he quemado con altas temperaturas, e incluso he aprendido a respirar bajo al agua.

Estando de pie, justo aquí, todo ha resultado bien. Qué vengan los nuevos retos, las nuevas aventuras. Como los pájaros, como las jirafas estirando su cuello, lograré adaptarme y superar cada reto que esta vida me ponga.