Seguidores

martes, 30 de junio de 2020

Respira, renuncia y revienta

Aún arrastro a mis otros yo, como si fueran pequeños a los que veo por ahí en la calle. Les hablo, son mis amigos y les aconsejo.

El otro día lleve a caminar al pequeño, le hice cumplidos sobre su limpísimo uniforme blanco, le ofrecí caramelos sabor lavanda y le di un abrazo porque su papá no se los ofrece mucho.

Al gordo me lo encontré solo en el parque, sentado en un columpio meciéndose mientras miraba sus rodillas chuecas, llevaba puesto un suéter de color verde a pesar del calor. Le dije que todo iba a estar bien, que las cosas que piensa no están mal y que no haga caso a los consejos de adultos.

A veces corro con el flaco, le digo que es guapo y lo regaño para que coma, 'no importa lo que los demás piensen de ti' le digo al final de cada sesión de ejercicio. No hay mucho de que preocuparse, ya estás perfecto.

Cada que voy al bar me topo con el borracho, le invito una caguama y nos reímos de la vida, usualmente acaba llorando. Aún se busca en las botellas vacías y se siente solo por las noches.

Y ayer conocí a otro, es guapo, inteligente, pero creo que no lo sabe. Le abrazo como al pequeño y se quiebra entre mis brazos como si tuviera 5 años.

Respira, renuncia y revienta.

Déjalos ir, ya no existen, fueron pero ya no.

Respira, renuncia y revienta, me digo para ya no arrastrarlos, para ya no llevarlos, para ya no sentir que duelen.

domingo, 28 de junio de 2020

el mañana será más amable

Vuelvo en mis pasos, miro fijamente para tratar de encontrar lo que olvidé y dejé caer por ahí en el camino.

¿Quién era yo?

Recuerdo a medias mi ser, lo extraño a veces y también le odio, crecimos, y ahora estamos aquí mirando hacia atrás, viendo que puede funcionar para el ahora.

¿Quién soy?

Si a veces me odio, si a veces me doy asco, quién seré yo en el ahora. Si a veces me harto, si a veces me hiero.

Vuelvo en mis pasos, para no olvidar los errores, para revisar lo que estuvo bien, para desear que el mañana sea más amable.

jueves, 25 de junio de 2020

él

Hablar de él es difícil, está y pareciera a veces no estarlo. Vive, pero se aletarga. Sueña, se frustra.

No es fácil ser adulto, y me cuesta acostumbrarme a la idea de que él comete errores.

Y me quiere, cuando espera hasta que llegue a casa, cuando sabe el secreto y lo guarda, quiere que elija bien y no me equivoque.

Quisiera que yo no fallara, pero le cuesta acostumbrarse a la idea de que cometo errores.

domingo, 21 de junio de 2020

sobreviviré

Las olas del mar golpean sobre las rocas, crean espuma blanquecina entre la agua turbia y el limo de las piedras, ahí yace mi esperanza, justo en medio del agua salada.

El sol no cesa nunca, es la parte eterna de mi historia, y de todas las historias.

Camino por las calles desiertas de un mundo que se ha transformado, como yo. Sólo un par de seres caminan por ahí, yo entre ellos, tú entre ellos, nosotros entre ellos. 

El conjuro del cielo cae sobre mi, y me hace arder en la fe que creí haber perdido.

No quiero las buenas noticias, ni las malas, sólo las historias. Las necesito y las quiero parte de mi.

Sobreviviré, claro que sí, aunque reviente contigo o sin ti.


sábado, 20 de junio de 2020

no tengo alma

Nací con la terrible suerte de sufrirle al dentista, de a cada rato tener que esta yendo a visitarlo para calmar penas dentales, postrarme sobre el asiento y abrir la boca grande, bien grande para que esculque en mi interior.

Una infección atacó al segundo molar y lo dejó podrido por dentro, casi como si fuera uno de mis chivos expiatorios, un sacrificio para continuar con vida. La muerte del nervio me puso terriblemente triste, me hundió en una terrible ansiedad al pensar en que ahora andaría por ahí con un cadáver en la boca, vaya, tendría que ir por el mundo con una muela sin alma. Qué agonía pensaba yo.

La dentista esculcó con éxito, termino por matar lo que quedaba de ella, su podrida e infectada alma, ¿por qué habrá tenido ella que pagar por mis errores? Mi muela ahora convertida en un mueble frívolo de decoración me acompañará quien sabe por cuanto tiempo más, hasta que se canse o hasta que su cuerpo también muera, y solo me pregunto, al abrir mi boca ¿se verá mi alma?