Cada vez que sientas que no puedes con los problemas, debes fijarte en él, nada te dará más tranquilidad.
Lástima que aquí en tierra firme no sea de igual manera.
Todos luchamos por ideales distintos, hay quien es feliz rodeado de mierda, y también hay quien no lo es aún estando en el éxito.
Lamento decepcionarte, lamento no cumplir las expectativas tan grandes que tienes, lamento ser a veces algo débil para cada una de las exigencias que me pides, lamento solo darte logros que no son de tu agrado, pero también lamento haberte dado a los mejores amigos del mundo y a una familia que con todos sus defectos te apoya en cada uno de los sueños calidad rascacielos que te buscas. Sí, sí te hablo a ti Ivan.
Los días de niño de escuela se han acabado, ya no le puedes temer a la oscuridad, a hablar con extraños o a subir de peso, es momento de enfrentarse a momentos y problemas reales, la etapa azul terciopelo se acabó y es hora de enfrentarse al cielo oscuro y negro con truenos que es la vida real.
El tiempo es mi peor enemigo, siempre lo he dicho y lo reafirmo una vez más.
A 18 días del veredicto final.
Me siento como estúpido renegando ese primer lugar, pero es que no puedo ver ese primer lugar como un éxito, yo sé muy bien lo que quiero y lucharé hasta alcanzarlo, sin miedos, sin cansancio, no importa el tiempo que cueste.
Lamento decepcionarte una vez más Ivan, lamento decepcionarte por haberte dado unos tres años maravillosos al lado de gente grandiosa, aunque deberías de agradecérmelo, deberías de dejar de ser tan exigente conmigo y fijarte en las cosas buenas que he hecho por ti.
Creo que después de un año de escribir entradas acabo de descubrir algo muy importante, el tiempo es mi peor enemigo, pero a veces, en curiosas ocasiones, mi peor enemigo, soy yo.
