Seguidores

viernes, 20 de mayo de 2016

Esto también pasará

Veo como los días pasan rápidamente, y como poco a poco se me acaba el tiempo aquí. Al principio parecía mucho tiempo, parecía que las cosas durarían para siempre, pero cada día me voy dando cuenta que esto, así como todo, también pasará. 

De alguna forma, me he ido acostumbrando a todo, a valerme por mí mismo, a medirme, a acomodar mis tiempos, a hacer cosas que jamás había hecho, y a mejorar en otras en las que no era tan bueno. No dejo de agradecer por todo lo que he aprendido, y por todo lo que he logrado. 

Me fui haciendo a la idea de que esto duraría para siempre, de que los amigos que he hecho seguiría viéndolos día con día, pero debo aceptar que ya no será así, que nuestro tiempo se nos estaba acabando. 

Las cosas buenas y también las malas en algún momento pasarán, nada es para siempre, y debemos estar plenamente conscientes de ello. 

Antes de iniciar todo esto, jamás hubiera imaginado todo lo que he vivido, pero qué sin duda me ha hecho una persona enteramente feliz. 

Ahora solo queda volver, solo queda despedirse y decir hasta pronto porque aunque duela, esto también pasará. 


lunes, 16 de mayo de 2016

LAS PERSONAS

Siempre me he considerado una persona sumamente indecisa en cualquier tipo de decisión, y no lo digo por exagerado. Desde elegir que sabor de refresco tomar, hasta decisiones más complejas como aventurarme a un intercambio. Tardé un poco en escoger, pero creo que es obvia cual fue mi elección, y a este punto, debo decir que no me arrepiento absolutamente de nada.

Al principio tenía miedo, pero creo que eso es algo natural en los seres humanos. Quería conocer muchos lugares, quería conocer personas. Quería que las personas oyeran cosas de mí que jamás habían escuchado, y que vieran cosas de mí que jamás habían visto, pero para que esto ocurriera tenía que haber cierto sufrimiento. Cambiar duele.

La Ciudad de México me encanta, por esa razón la elegí. Creo que está llena de lugares hermosos por descubrir, llena de oportunidades, y llena de aventuras que esperan por nosotros a la vuelta de cada esquina, pero creo que los lugares en sí no son los que nos llenan de felicidad y de experiencias, más bien son las personas que se cruzan en nuestra vida quienes lo hacen.

Recuerdo cuando era solo una personita entre la multicultural multitud, en ese entonces, la aventura apenas comenzaba, y sin darme cuenta, el tiempo ha pasado velozmente.

Sin importar que tantos días han pasado, sigo descubriendo cosas todos los días. Sigo aprendiendo sobre el mundo, sobre el bien, sobre el mal, sobre el modo de ver la vida de otras personas, y por supuesto, sigo aprendiendo de mi. Me he dado cuenta de lo mucho que he crecido, lo mucho que he aprendido y como he cambiado gracias a todas las experiencias que he tenido.

Jamás había estando tanto tiempo lejos de mi casa, y mucho menos viviendo solo. Tuve que aprender a administrar mi dinero, pensar muy bien en que gastarlo. Tuve que aprender a vivir con alguien con hábitos distintos a los míos, a lidiar con un roomie muy a diferente a mí.  Y por supuesto, tuve que aprender a lidiar con esos sentimientos que nos hacen extrañar nuestra casa con todas nuestras fuerzas.

Durante toda mi estadía me he sentido ciertamente melancólico, pero no considero que esto sea malo, pues creo que así es la vida, llena de felicidad pero también con cierta tristeza que es buena y saludable para todos. Por un lado disfrutado mucho los días aquí, conociendo personas, saliendo de fiesta, estudiando, etc. Pero siempre recordando el lugar de donde vengo.

Pienso, imagino, talvez, quizá, me doy cuenta. Uso mucho esas palabras, y es que sigo aprendiendo de esta vida, y todo aquello que juzgue, vea, aprenda o escuche no es un veredicto final. Mi forma de pensar y de ver el mundo irá cambiando con el tiempo.

Hoy por hoy no puedo quejarme por absolutamente nada, la vida me está regalando más momentos, enseñanzas y hermosas personas que me están cambiando para el resto de mis días.

He hecho y deshecho, he llorado, he reído, me he emborrachado, he viajado, me he desvelado estudiando y no puedo quejarme de nada en lo absoluto.

Soy un náufrago que anda explorando en una isla ajena a su pequeño puerto, pero  no estoy perdido, no me fui. Sólo me alejé para poder ver mejor.

Pero esta etapa aun no acaba, aun faltas cosas por aprender, cosas por descubrir. Y como siempre digo, hay que seguir intentando rifar en esta vida. 

En este tiempo, conocí muchas Personas de otras ciudades de mi país, personas de otras nacionalidades. Al principio parecía que no teníamos mucho en común, pero poco a poco fuimos haciéndonos amigos, fuimos compartiendo experiencias, risas, tristezas, cientos de momentos que quedarán para siempre en nuestras memorias.  Y más que amigos, los considero compañeros, compañeros en esta aventura, compañeros en esta travesía, compañeros en este pedacito de tiempo de nuestras vidas que nos hemos regalado.
Finalmente me doy cuenta de una cosa. Al final uno no extraña los lugares, sino a las personas que conoció allí y a los momentos que éstas le regalaron.