Seguidores

viernes, 15 de abril de 2016

Casi

Es bueno estar constantemente alerta para reaccionar a cualquier ataque que la vida deje caer sobre nosotros. Cada reto que se nos presente o cada prueba que haga aparición. 

Si ganamos, podremos sentirnos satisfechos y orgullosos de nosotros mismos por una prueba más cumplida, y si fracasamos, al menos lo habremos intentando, pero ábrelos obtenido una nueva experiencia que nos habrá llenado de aprendizaje y voluntad para futuros retos. 

Pero, qué pasa cuando uno fracasa la mayoría de las veces, qué pasa cuando uno siempre se queda a "casi" de lograrlo. 

Existe un sentimiento de frustración, de hartazgo que nos hace desear no intentarlo de nuevo. 

¿Si ya perdiste, para qué intentarlo? 

Es algo cobarde y hasta cierto punto irónico que yo escriba estas palabras, por el simple hecho de que siempre escribo sobre la fuerza de voluntad y sobre las razones por las que uno debe esforzarse día con día. Pero hoy, hoy me siento de este modo. Acabado. Sin ganas de esforzarme. Sin ganas de intentarlo. 

A lo largo de mi vida, he obtenido muchos "casi". Casi lo logras, casi sacas 10, casi ganas, casi andan, casi, casi, casi. ¡Estoy harto! 

Realmente no sé hasta qué punto uno debe de dejar de aprender de los errores para empezar a ver frutos del dolor, y lo sé. Sueno cobarde e irónico de nuevo, pero simplemente esos son los pensamientos que revolotean hoy en mi cabeza. Ya veremos que pasa después, ya veremos que me depara mañana. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario