Seguidores

miércoles, 23 de marzo de 2016

Mantaraya

Creo en Dios porque me ha echado la mano cuando más lo necesito. Creo en mis papás porque sin ellos no sería nada de lo que soy ahora. Creo en mi familia porque sé que siempre me apoyará en todo. Creo en mis amigos porque siempre me aconsejan y me alientan. No creo en mí, no sé por qué, pero sigo sin hacerme a la idea de qué cosas buenas pueden pasarme. 

No entiendo cómo es que mi negatividad a veces me supera, como es que siento que el mundo conspira en mi contra. Por más que me esfuerzo, mi mente tiene bien fijado que todo lo malo que me pasa es por mi culpa, y por más que me esfuerzo, las cosas buenas nunca vienen a mí. 

Creo en ti, creo en nosotros, pero no creo en mí.

De nuevo siento ese cosquilleo en la zona abdominal, ay Dios, qué pesar. Como odio la sensación de completa ingenuidad y desoriento. Sin embargo creo en lo efímero que es el amor, en lo fugaces que son los sentimientos, y en lo pendejo que soy. 

No quiero creer, me da miedo luchar, temo al fracaso, lo vivo. 

Soy un pez de acuario, temeroso de mar. Una manta raya en en un estanque. Me limitaré a ver a los que me observan tras el cristal. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario