Mira como ha pasado el tiempo, surruran las paredes de la caja. Me pongo a llorar brevemente, inevitable.
Esto es el tiempo y su paso, deja rastro. En mi cuerpo, en mi alma, lo veo en mis pensamientos que yacen todos en esta caja. El ayer y el ahora yacen ahí; restos de extraños, las palabras que quedaron clavadas en mi cara.
Ha dolido, me lo susurran las paredes que poco a poco se han llenado de humedad. Paso el tiempo allá afuera, pero también adentro de esta caja, y esta caja, ¿qué más nos traerá?
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