Y la verdad en tu boca me tomo por sorpresa.
Te fuiste, huiste en la oscuridad para intentar resolver códigos en sánscrito, te fuiste a tratar de decodificar los símbolos en otra piel. Y yo me quedé, solo, recordando quién era, quien fui. Tratando de decodificar el símbolo que muere lentamente en mi piel, el símbolo que ambos fuimos matando y que ahora está por desaparecer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario