El fracaso es un constante recuerdo de su ayer, del futuro y del presente. Una astilla clavada en su pulgar, una piedra eterna en el zapato. Frustrado.
Y sus sentimientos son una constante contradicción, un enigma en su corazón, una incertidumbre en su pecho.
No hay, no existe, no se sabe, y así vive.
Con miedo de quién es, con temor del esfuerzo y a oscuras, en un lugar sin luz.
Vamos a platicar, antes de que sea tarde.
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