Seguidores

martes, 23 de octubre de 2018

Sólo existo yo, no existe el otro


Ráfagas de aire llegan a la ciudad donde el sol es eterno, el aire frío se cuela rápidamente en mi interior, y provoca sensaciones que aparecen únicamente en esta época del año.

De repente, surge mi verdadero ser, como si me cuerpo volviera a la acción, como si mis dormidas emociones despertarán de golpe con la llegada de aires fríos.

No hay otro yo, sólo existe este, este yo que se pone en pausa y resurge cada Otoño y que vuelve a descansar cuando el Invierno se acaba. Este soy yo, no existe él otro.

Hay algo en el aire que me vuelve más denso, hay algo en mi alma que se vuelve más sensible y algo en mi corazón que se vuelve ardiente y capaz de originar nuevas sensaciones.

Un hilo fantasma corroe a lo largo de mi cuerpo, lágrimas brotan sin razón por las noches, mis dedos se vuelven violentos y originan textos a deshoras de la noche.

Y de repente las cosas parecen tener significados que antes no tenían, los ojos de los demás parecen iluminarse para que yo pueda ver lo que hay detrás de ellos.

Y me olvido de lo que soy, de lo que fui, de lo que hago y pienso en este yo que viene sólo de visita, que llega rápido, me deja deshecho y se va sin decir nada.

Sólo existo yo, no existe el otro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario