Seguidores

lunes, 12 de octubre de 2015

Curiosidades y recuerditos

No creo que una decisión o una mala acción pueda definir por completo a una persona. No hay malos ni buenos, no somos mejores ni peores, solo creo que a veces las circunstancias nos limitan, y tenemos que tomar decisiones, simplemente decisiones. 

Uno no puede andar juzgando sin saber el contexto de las cosas. Siempre el contexto de las cosas es lo más importante, no es lo mismo miel sobre hojuelas, que miel en un panal.

La vida nunca deja de sorprenderme, quizá es por eso que dicen que uno nunca deja de aprender, que uno nunca deja de crecer, puesto que conforme crecemos y vamos adquiriendo herramientas, experiencias y demás. Llegamos incluso a sentir que somos más centrados, más maduros y demás debrayes mentales que al final nos devuelven a la terrible realidad de enfrentarnos a saber que en verdad continuamos sabiendo nada del mundo. 

La vida es curiosa, y debemos ser lo más curiosos para poder encontrar un camino más o menos decente para vivirla. 

Siempre he sido un ferviente creedor de que no sólo somos dueños de una versión de nuestra vida, sino de muchas. Pueden imaginar cómo hubiesen sido nuestras vidas si hubiésemos tomado alguna decisión distante, hubiésemos pronunciado palabras cuando decidimos callar, hubiésemos tomado acción en el momento oportuno o simplemente que hubiese pasado si nos hubiésemos arriesgado cuando no lo hicimos. 

Al ir creciendo vamos dejando caminos perdidos, vidas olvidadas e historias que jamás pudieron ser contadas. Vamos por la vida dejando historias que no pudieron prosperar, con finales diferentes y con versiones distintas de nosotros mismos. Es por eso que digo que no somos dueños de una sola versión de nuestra vida, somos dueños de muchas historias de las que jamás sabremos el final. 

La vida se vuelve solo una versión de una historia que pudo haberse contada de muchos modos, y todas esas acciones no realizadas, caminos no tomados y palabras no dichas, terminan en el baúl de las curiosidades y recuerditos, donde uno solo puede observarlas como baratijas, sabiendo que ya nada hará que cambien, que así fueron y que ya no habrá una versión distinta. Terminan en un cajón o baúl donde poco a poco son comienzan a estorbar, son olvidados, y luego desechados. 

La vida está llena de decisiones, todo el tiempo las estamos tomando. Algunas con más impacto que otras, pero al fin y al cabo decisiones. Las decisiones nunca son buenas ni malas, solo son decisiones. 
A veces las circunstancias nos obligan a tomar decisiones inesperadas, y terminan haciendo que momentos perfectos se vayan a aquel baúl, pero está bien, eso está bien. La vida es así, a veces es así. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario