Seguidores

jueves, 4 de abril de 2024

ECLIPSE

La vida pasa de golpe, rápido, como un disparo. Un cohete en el cielo, un rayo veloz. No se detiene. 

Construyendo esta historia a trozos de llanto, de amor desgarrado, de fuerza, de amistad, de familia, de esperanza; miro en el pasado tantos rostros, personas, voces e historias, las cosas que aún cargo conmigo, el olor de la lluvia, la tinta inexistente de mi brazo, la sangre correr por mi nariz.

No ha sido fácil llegar hasta acá, ha sido un reto constante, un dolor continuo, risas en el aire. Cervezas y más cervezas.

Ya no tengo 17 años, he embarnecido, la vida se pasa rápido y a veces olvido detenerme a mirar, a disfrutar lo construido, lo perdido.

Y no soy más un niño con sueños venidos de un show de televisión, ya no temo porque sea revelado mi secreto; ahora hay temores nuevos, retos nuevos y la esperanza de continuar corriendo, bailando, mirando con los ojos más abiertos lo que sea que traiga el porvenir.

Mi corazón se rompe a veces porque siempre he sentido mucho, más, en grande, y a  veces me cuesta sentir tanto y no saber cómo expresarlo.

Hice de mi vida una película sobre todo eso, estos textos mal trechos, construidos con base en historias del ayer, recuerdos que se resisten a salir de mi memoria. Noches de fiesta, el abrazo de mi padre, la risa de mis amigos, el llanto de mi madre y todo aquello que queda en medio, entre luces de fiesta y naranjosos atardeceres.

Soy nada, nadie, tengo nada, pero también soy todo, y tengo estos recuerdos, y a mi melancolía. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario