El camino hasta aquí no ha sido fácil, miro hacia atrás para fijarme en el pasado. A veces me gusta y a veces duele, pero pienso en aquel yo que se quedó atrás.
Pienso en mi llegada a este departamento en pleno Invierno y pienso en lo frío que fue acostumbrarme a los cambios.
Ya no tengo más odio, ni miedo, ni rencor. Sólo tengo cosas buenas en mi corazón.
En el pasado me fijo en un yo que ya no existe, y pienso que darme a ti es una forma de decirle adiós a otro Iván que tengo que dejar ir.
Me has enseñado a ver la vida de una forma distinta, a ser más aunténtico, a luchas por las cosas que quiero.
Gracias por confiar y creer en mi cuando a veces ni yo puedo.
Gracias por tu sonrisa y tu voz clara.
Gracias por tus abrazos que me dan calor. Tus manos que me acarician de la misma forma que me dan alivio.
Gracias por mostrarme tu vida, por presentarme a tus hermanas. Por tomar coquita y chela a mi lado.
Legaste a mi vida antes del ocaso del Invierno, trajiste la primavera a mi vida. El verano dió respuestas, y ahora que se acerca el Otoño, me siento cálido y calmo al tenerte a mi lado.
En este ir y venir de la ciudad al mar, entendí muchas cosas. A volver a creer, a confiar, a mirar con los ojos más abiertos. A ya no querer ser el que era antes, sino otro yo, nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario