Seguidores

sábado, 20 de junio de 2020

no tengo alma

Nací con la terrible suerte de sufrirle al dentista, de a cada rato tener que esta yendo a visitarlo para calmar penas dentales, postrarme sobre el asiento y abrir la boca grande, bien grande para que esculque en mi interior.

Una infección atacó al segundo molar y lo dejó podrido por dentro, casi como si fuera uno de mis chivos expiatorios, un sacrificio para continuar con vida. La muerte del nervio me puso terriblemente triste, me hundió en una terrible ansiedad al pensar en que ahora andaría por ahí con un cadáver en la boca, vaya, tendría que ir por el mundo con una muela sin alma. Qué agonía pensaba yo.

La dentista esculcó con éxito, termino por matar lo que quedaba de ella, su podrida e infectada alma, ¿por qué habrá tenido ella que pagar por mis errores? Mi muela ahora convertida en un mueble frívolo de decoración me acompañará quien sabe por cuanto tiempo más, hasta que se canse o hasta que su cuerpo también muera, y solo me pregunto, al abrir mi boca ¿se verá mi alma?

No hay comentarios:

Publicar un comentario