Lejos de ti,
lejos de mi.
El cristal salado nos divide.
Habito en la galería 3, en medio de reflejos de luz
y azul de metileno.
Y cada paso es extrañarte como nunca,
sentir una presión en el pecho,
un dolor en la aleta dorsal.
Te busco y no estas,
me buscas y estoy a medias.
Y me duele.
Perdido en lo que fuimos,
recuerdo una emoción en mi pecho,
y vuelve a ratos.
Vuelve, en medio del alcohol,
en cada parpadeo, en los maullidos de los gatos,
en el pasar de los pangasios, en el sonido de las olas.
Y me duele.
El erizo olvidado en el arrecife.
Y me duele.
Sobredosis de emoción.
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