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martes, 15 de julio de 2025

DIMENSIONES

Escribo esto para calmar un poco la ansiedad. Tal vez, entre letras, he encontrado la única forma de sentirme un poco más seguro, aunque por dentro se acreciente el temor.

A veces no encuentro respuesta a lo que sucede a mi alrededor, a lo que provocan mis manos, mis palabras, mis acciones. ¿Será el alcohol el culpable de todo, o solo es mi inseguridad saliendo a flote?

¿Qué hay en los vasos de cerveza o de caña que me vuelve tan valiente... o que me permite destruirlo todo?

Es ahí donde nace la posibilidad de decirles a mis padres que los quiero, de tomar de la mano a mi novix sin vergüenza por la calle, de abrazar a mis amigxs sin miedo. Es ahí donde me convierto en otro: uno que ya no le teme a nada, excepto a sentirse solo.

Me he vuelto capaz de crear… pero también de acabar con todo. Supongo que es más fácil culpar a algo externo, pero sé que debo mirar las cosas de frente, nombrarlas, aceptarlas, para no dejarme morir como cobarde.

En esta dimensión todo parece ir mal. A veces la esperanza se diluye, me siento sin rumbo, sin amigxs y con kilos de más. He fallado más de una vez y he dejado que todo estalle a mi alrededor. Apenas y me siento capaz de recoger los pedazos. ¿Podré?

El paso del tiempo se vuelve complejo. Cada vez tengo menos ganas de rodearme de personas, y encuentro más paz encerrándome en casa. ¿A beber? Tal vez. Aunque cada vez se hace más difícil saber cuándo parar. Cuándo detener este espiral creciente de angustia… y de culpa.

¿Qué habría sido de mí si no hubiese llegado hasta aquí? ¿Qué fue de los otros yo que no tomaron este camino? Esa es la pregunta que sigue sin respuesta. Espero que, en algún lugar, ellos hayan cometido menos errores, tenido más certezas, y la capacidad de verlo todo un poco más claro.

Las dimensiones de mi alma se entrelazan… y al final solo queda el café al otro día, y la pregunta:

¿Habrá algo mejor después de esto?



martes, 13 de mayo de 2025

LÁGRIMAS


Ahí va
la danza del olvido,
la que no para de ondear los brazos,
saltar los campos,
correr los llanos.

Figurar en el pasado
los errores amargos,
incómodos,
violentos.

Es un baile macabro,
melancólico a ratos,
pero voraz.
Destruye la prudencia
y se abre paso
por el corazón.

¿De qué está lleno…
mi corazón?

Gélida,
la marea bajo el sol ardiendo.
Oxímoron incoherente.
Rayo ácido.
Ensordecedor silencio.
Paz ruidosa.
Música que no suena.

No voy a llorar,
porque no puedo.
No voy a reír,
porque se clava
como daga sobre el pecho.

Ruin existencia
sobre el sillón.
La casa yace
cubierta de heces
y sangre.
Como si se tratara
de una cárcel.
Y sobre todo eso:
lágrimas.

Las canciones suenan
a volumen cien.
Imposibles.
Invencibles.
Y aun así,
no las escucho.

Caen sobre la tela blanca
como la mirada del rechazo.
Caen sobre la calma.
Caen lágrimas.

Lágrimas en música
rencorosa,
ambiciosa,
fúnebre,
asquerosa,
amorosa,
bochornosa,
embriagosa.

Vigorosa,
la vida que se fue.

Incómoda,
la vida que se vive.

Pretencioso,
lo que no fue.

Amargo,
lo que se fue.

Doloroso,
lo que aún vive.

Contagia.
Abraza.
Devasta.

Acaba.
Qué rico.
Acaba sobre mí.
Acaba conmigo.
Acaba en mí.

Acábate conmigo.
Acábame.
Acábate.

miércoles, 7 de mayo de 2025

ME CONVIERTO EN NOSTALGIA

Quisiera que fuera miércoles.
Salir del kínder e ir con mi tía Ana al centro,
acompañándola a no sé qué,
pero sabiendo que me recompensará
con una hojaldra de jamón con queso
y una horchata de La Michoacana.

Quisiera que fuera verano.
Sentirme sudado,
comer un helado de limón
del señor de afuera de la primaria.
—¿Quieres que le ponga Miguelito?—
me preguntaría.
Quisiera ver el cielo
y sentirme parte,
aunque esté apartado a veces.

Quisiera que fueran las dos de la tarde
de un día cualquiera.
Ir con Luis, Pato y Axel
a la parada del Ortiz Rubio.
Tomarnos un Arizona Kiwi-Fresa,
escuchar a Paramore,
ver la vida pasar
desde una esquina de Constituyentes,
y dejar que los autobuses pasen
una y otra vez
con tal de no decirnos adiós todavía.

Quisiera que fueran las once de la mañana.
Ir a la cafetería de la prepa,
sentarnos en las sillas de siempre,
comer pizza, palomitas,
tomar café con galletas.
No me importa que otra vez
sea solo papaya para mí.
Reírnos hasta que duela la panza,
temer un poco por el futuro,
pero que los planes del fin de semana
nos importen más.

Quisiera que fuera viernes en la universidad.
Perder el tiempo en la biblioteca,
aprovechar el aire acondicionado,
dormir un poco.
Tal vez haya que ir al servicio,
tal vez por una cerveza,
tal vez tenga una entrega final.
Cualquier plan es bueno.

Me siento atado a estos recuerdos,
a los buenos
y a los regulares también.
En ellos vivo,
y me pierdo.

Ojalá todo cupiera en estas letras.
Que ningún momento se escapara,
que nada se perdiera
en el abismo de mis recuerdos,
en mis blackouts.
Pero se va.

Me convierto en nostalgia.
Soy sensaciones, sabores y colores.
Y me pierdo en todo eso,
a veces.
A veces soy recuerdos,
y en recuerdos me convierto.

Me convierto en nostalgia.

lunes, 21 de abril de 2025

Golpe de Calor

Hay batallas que me he tenido que tragar solo. Sin decirle a nadie más. Miro en la ventana todo aquello que queda en el ayer, lo que fui, lo que ya no es, lo que dejó de ser. Y me duele.

Me miro de frente, otra vez con la mirada cansada y con el sentimiento de que nada nunca se va a terminar. Que todo estos errores que siento, son para siempre, tal vez. 

No tengo más miedo, ni rencor. Pero tengo dudas, y tengo dolor. De lo que soy, de lo que fui, de lo que seré.

Golpea una vez más, el calor y tengo que tragarmelo todo una vez más.

Y espero que al cerrar mis ojos, al abrirlos al otro día, todo cambie, y no sentirme a solas, en el medio del dolor, no quiero sentir que tengo que guardármelo todo una vez más.

JM

Una llama en mi se extingue, es el recuerdo del ayer disfrazado de una partida inesperada. No soy ni la mitad de lo que era, ni la mitad de lo que quería ser.

Es un recuerdo vivo que por más que quiera se va.

Te conocí hace 15 años, fuimos al cine con Karina. Ustedes se besaron en una esquina y yo me comí un combo cuates completo. Vimos 'Sí Señor', me dijiste que no peleara con mi papá, que cuidara a mi hermano. 

No soy  ni la mitad de lo que fui, ni la mitad de lo que podría ser. 

Ya no hay más cuando alguien se va, queda en recuerdos, en el llanto de mis sobrinos, en lo que dejaste, en las palabras que quedan en el aire o en la michelada que me preparaste. 

Negro, me decías. Me caes bien, te dije. 

Adiós. 

jueves, 23 de enero de 2025

No es extraño

Que todo lo que brille sea tu sonrisa bajo el atardecer o al caer la luna, que tus manos cálidas abracen almas, creaciones, tu arte, mi ser quebrado. 

Que lo que eres no se corrompa en el camino de tus sueños, que tu voz frágil siempre esté llena de esperanza. 

La ternura habita en ti como si fuera el aire que respiras, la haces parte de ti, entra hacia tus pulmones. Que nos rodee a todos tu forma de mirar el mundo. 

¿No es extraño? Mirar el lunar de tu párpado donde habita también la tristeza, se hace paso hacia tu corazón, roto a ratos, pero valiente también. 

No es extraño, extraños a amigos, amigos a amantes y amigos también.



viernes, 4 de octubre de 2024

UN HECHIZO SOBRE MI

No llegan las respuestas a las preguntas que me hago, a las preguntas que me hice ayer, la semana pasada o hace 15 años, nadamás no llegaron. Sólo llega la constante repetición de sentir que lo que hago significa nada, más que una forma de pasar el tiempo en lo que pasa algo más. 

Un hechizo cayó sobre mi, el cielo se partió en dos y cayó un rayo, lluvia, el día de mi nacimiento, no me ha soltado desde aquel día y viví en mi. 

Esta constante búsqueda de respuestas que no llegan, pero se desdibujan entre historias y momentos frente a mis ojos, frente a mis emociones, y hoy, sentado en la sala mientras observo el techo y escucho afuera la lluvia caer, una vez más me doy cuenta, de que esas respuestas no llegan. 

Logró entender el pasado cuando ya es muy tarde, me fui, vivo en el presente tratando de entender el ayer, mientras el futuro que viene de frente llega por sorpresa. 

Nadie nunca me pidió perdón, nadie nunca estrechó mi mano contra la suya para darme la razón; solo tocó vivir como se pudo, intentando descrifrar esas respuestas que no llegan porque yo mismo he tenido que crearlas, originarlas desde dentro de mi. 

Un hechizo cayó sobre mi, vive en mi, no se va. Este constante miedo que poco a poco se ha vuelto esperanza, esta constante inseguridad que se ha convertido en valor, esta constante tristeza que poco a poco se vuelve nostalgia. 

Hay en mi un conjuro que es lo que me llena de poder, es ese líquido que se abre por mi pecho, llega hasta los bordes de mi ser. Es lo que me trajo aquí, la esencia de mi. Agua corre por mi, da preguntas, da respuestas. Un hechizo sobre mi.