Seguidores

viernes, 4 de octubre de 2024

UN HECHIZO SOBRE MI

No llegan las respuestas a las preguntas que me hago, a las preguntas que me hice ayer, la semana pasada o hace 15 años, nadamás no llegaron. Sólo llega la constante repetición de sentir que lo que hago significa nada, más que una forma de pasar el tiempo en lo que pasa algo más. 

Un hechizo cayó sobre mi, el cielo se partió en dos y cayó un rayo, lluvia, el día de mi nacimiento, no me ha soltado desde aquel día y viví en mi. 

Esta constante búsqueda de respuestas que no llegan, pero se desdibujan entre historias y momentos frente a mis ojos, frente a mis emociones, y hoy, sentado en la sala mientras observo el techo y escucho afuera la lluvia caer, una vez más me doy cuenta, de que esas respuestas no llegan. 

Logró entender el pasado cuando ya es muy tarde, me fui, vivo en el presente tratando de entender el ayer, mientras el futuro que viene de frente llega por sorpresa. 

Nadie nunca me pidió perdón, nadie nunca estrechó mi mano contra la suya para darme la razón; solo tocó vivir como se pudo, intentando descrifrar esas respuestas que no llegan porque yo mismo he tenido que crearlas, originarlas desde dentro de mi. 

Un hechizo cayó sobre mi, vive en mi, no se va. Este constante miedo que poco a poco se ha vuelto esperanza, esta constante inseguridad que se ha convertido en valor, esta constante tristeza que poco a poco se vuelve nostalgia. 

Hay en mi un conjuro que es lo que me llena de poder, es ese líquido que se abre por mi pecho, llega hasta los bordes de mi ser. Es lo que me trajo aquí, la esencia de mi. Agua corre por mi, da preguntas, da respuestas. Un hechizo sobre mi.

jueves, 18 de julio de 2024

Caminar dormido

De repente y sin notarlo, todo se vuelve común; las personas, las situaciones, el aroma a café por la mañana. Se torna inconsciente: Bañarse en automático, hacer las tres comidas sin disfrutarlas, beber alcohol por su sensación, no por su sabor.

Mi cuerpo sigue despierto, mi mente no sé, a veces va tan deprisa que le pierdo la pista.

Camino por las tardes para olvidar, apagar un poco todo aquello que atemoriza todavía, lo que se supone que debería estar lejos, pero mientras más camino, más noto su acompaña.

Cuánto más se va a quedar conmigo, todo aquello en lo que no me gusta pensar, que clava sus garras en la cabeza, que despeina mi cabello.

Camino por las mañanas para ver el sol, sentirme mi cuerpo mejor, disfrutar la brisa porque a veces siento que no queda más que eso al despertar.

Supongo que nada de eso se irá, todo va a continuar, caminando a mi lado, para siempre. Se ha pegado a mí.

Camino dormido porque mi cuerpo esta vivo, pero yo sólo quiero a veces mi mente apagar, sin despertar.


jueves, 4 de abril de 2024

ECLIPSE

La vida pasa de golpe, rápido, como un disparo. Un cohete en el cielo, un rayo veloz. No se detiene. 

Construyendo esta historia a trozos de llanto, de amor desgarrado, de fuerza, de amistad, de familia, de esperanza; miro en el pasado tantos rostros, personas, voces e historias, las cosas que aún cargo conmigo, el olor de la lluvia, la tinta inexistente de mi brazo, la sangre correr por mi nariz.

No ha sido fácil llegar hasta acá, ha sido un reto constante, un dolor continuo, risas en el aire. Cervezas y más cervezas.

Ya no tengo 17 años, he embarnecido, la vida se pasa rápido y a veces olvido detenerme a mirar, a disfrutar lo construido, lo perdido.

Y no soy más un niño con sueños venidos de un show de televisión, ya no temo porque sea revelado mi secreto; ahora hay temores nuevos, retos nuevos y la esperanza de continuar corriendo, bailando, mirando con los ojos más abiertos lo que sea que traiga el porvenir.

Mi corazón se rompe a veces porque siempre he sentido mucho, más, en grande, y a  veces me cuesta sentir tanto y no saber cómo expresarlo.

Hice de mi vida una película sobre todo eso, estos textos mal trechos, construidos con base en historias del ayer, recuerdos que se resisten a salir de mi memoria. Noches de fiesta, el abrazo de mi padre, la risa de mis amigos, el llanto de mi madre y todo aquello que queda en medio, entre luces de fiesta y naranjosos atardeceres.

Soy nada, nadie, tengo nada, pero también soy todo, y tengo estos recuerdos, y a mi melancolía.