Observando al pasado, dándome cuenta que no existe. Es el cuento que me cuento por las mañanas y cuando cuenta me doy en otro cuento estoy. Luego es de noche, y nada es complicado, observo algo más.
No hay nada complicado en mi forma de mirar, de moverme entre las cosas, de acercarme a los demás. Todo siempre ha estado aquí.
Cuento los latidos de mi corazón para darme cuenta que ya estoy pensando en algo más.
Puedo hacer esta historia sobre alguien más. Hay para elegir. Los besos los pones tú, las letras yo.
Todo en mi corazón parece más difícil, pero cuento los latidos de mi corazón y todo es otro cuento, observo de otra manera.
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