Y los cuento con los dedos de la mano, y me sobran, porque no puede haber tantos en mi vida, son pocos, pues me sobran dedos de esa mano, y los cuento, y los recuerdo.
Porque de ellos soy, y ellos son míos, quienes me descubrieron, ante quienes me descubrí y a quienes descubrí. Soy por ellos, y son por mi.
Un recuerdo inmaduro, una mano suave, un momento temeroso, una emoción en el pecho, son míos, y soy de ellos.
Y fueron las primeras veces, que lloré, que reí, que temí, que me emocioné, y es que siempre seré de ellos, y siempre serán míos.
Y no solo las primeras veces duele, las demás también duelen, duelen por el recuerdo de aquellas primeras veces, de aquellas veces que fui de ellos, y que fueron míos.
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